Nace en 1567, según la tradición en el Nº 2 de la calle de los Remedios (casa derribada para aparcamiento), junto a la Iglesia Parroquial, en proceso de construcción en aquellos años.
Fotografía de la casa actualmente derruida, donde según cuenta la tradición nació Fray Gabriel.
Cumplidos ya los 30 años, abraza la regla de la Orden Franciscana, permaneciendo voluntariamente durante toda su vida en estado lego.
Pocos años después, en 1601 decide embarcarse en Sevilla hacia Filipinas para desarrollar sus vocaciones médica y misionera en aquellas tierras.
Su paso a Japón no tarda en producirse.
Su primer destino fue en Osaka, ciudad en la que los franciscanos tenían un hospital. Permaneció ocho años asistiendo católicos de Japón.
Lo más probable, es que Fray Gabriel fue embarcado en Nagasaki para salir de la isla, pero volvería por otro puerto. Desde entonces, en la ciudad de Nagasaki y sus alrededores desarrollaría sus labores médicas y misioneras hasta su muerte.
Consigue tanta fama como médico, que hasta los nobles y poderosos le reclaman para curarles sus dolencias.
Después del recrudecimiento de la persecución, estando en prisión fue sacado por el gobernador para curar a su familia y a él mismo. Lo escribe el propio Fray Gabriel en una carta al Padre Guardián del Convento de San Francisco de Manila.
La persecución sigue y para salvarlo y siga curando se intenta enviarlo a Manila o Macao, incluso quisieron que apostatara a lo cual se negó en rotundo; era buen médico, pero mejor cristiano y misionero.
En 1630, Fray Gabriel fue prendido, pese a su ocultación en los montes de Ikiniki, en la persecución contra los cristianos del Gobernador Unemidono de Nagasaki.
En la cárcel de Omura, esperando el martirio inminente, escribía: "Denos el Señor mucho de su divino amor porque llevemos su cruz con contento y alegría".
Al cabo de dos años y medio de prisión, el 3 de setiembre de 1632 murió en la hoguera a los 65 años. Sus cenizas fueron arrojadas al mar para que no quedaran reliquias.
Si consevamos algunas de sus cartas a superiores y hermanos relatando los hechos más notables sucedidos durante su estancia en la misión de Japón.
Grabado con los mártires compañeros de Fray Gabriel |
La Sagrada Congregación de Ritos declaró a Fray Gabriel de la Magdalena verdadero mártir, por Decreto de 21 de abril de 1668, que confirmó la Santa Sede el 1 de mayo de mismo año.
Pio IX le beatificó el 7 de julio de 1867, o sea, justo el año que se cumplía el tercer centenario de su nacimiento.
RECONOCIMIENTOS DE SONSECA
A FRAY GABRIEL
El 1 de septiembre de 1879, se celebró una función muy solemne en su memoria.
A mediados del siglo XX, el Ayuntamiento le dedicó la avenida que une la Plaza de los Remedios y la Plaza de Toros.
Del beato se han hecho:
- Un busto, situado en las confluencias de las calles Mora y Don César Pérez, cuyo autor es el escultor Don Luciano Gutiérrez Gómez.
- Un cuadro al óleo por el pintor galveño José Morán Vázquez, situado en la ermita de la Virgen de los Remedios.
- Un imagen tallada en madera del sonsecano Isidro Rodríguez Martín, que es sacada en procesión cada 3 de setiembre.
Síntesis de UN SONSECANO ILUSTRE: EL BEATO FRAY GABRIEL DE LA MAGDALENA, de Manuel Ballesteros. Sonseca 1989