martes, 26 de noviembre de 2019

CELEBRACIÓN EN SONSECA DEL DÍA INTERNACIONAL DE LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER.




 

   El día 25 de noviembre de 2019 se celebró en el salón de plenos del Ayuntamiento un acto institucional. Se realizó con la presencia de representantes electos de los tres partidos PSOE, PP e IU,  el Centro de la Mujer, la Asociación de Mujeres El Alba y la policía local, que leyeron sus respectivos escritos de repulsa, y ciudadanos que llenaron el salón.


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   A las puertas del Ayuntamiento, en la plaza, se colocaron en el lazo dibujado en el suelo velas encendidas por los asistentes.




   Al final se leyó el siguiente manifiesto:

   MANIFIESTO 25 NOVIEMBRE 2019



    DÍA INTERNACIONAL DE LA ELIMINACIÓN DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER
   Ante la Violencia de Género, hay dos opciones: puedes bajar la mirada o actuar. Es el momento de “Elegir tu papel”. 


El salón de plenos del Ayuntamiento estaba repleto de ciudadanos

  
  Desde el Instituto de la Mujer de Castilla la Mancha, lo tenemos claro. Ahora, más que nunca, es necesario el compromiso de todas las personas que creen en la igualdad entre mujeres y hombres y que luchan por una sociedad libre de todo tipo de violencia contra las mujeres.



  
   Gracias al consenso, al diálogo social y a las alianzas tejidas, hemos conseguido grandes avances como sociedad en materia de igualdad y erradicación de la violencia contra las mujeres.



Representante de la Asociación de Mujeres  EL ALBA

  
    Nuestra Ley para una Sociedad Libre de Violencia de Género es una clara muestra del compromiso político y social para poner fin al terrorismo machista. Sin embargo, a día de hoy, la violencia de género sigue siendo una de las principales causas de muerte entre las mujeres de 15 a 44 años.
 
Ana, psicóloga del Centro de la Mujer
   1.027 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o exparejas en España desde 2003. 44 de ellas eran mujeres castellano-manchegas. 44 menores han sido asesinados por las personas que se supone que debían protegerlos y, 269 niñas y niños han quedado huérfanas y huérfanos.
   

Noelia, responsable de la sección jurídica del Centro de la Mujer

   La violencia machista es la manifestación más cruel de un sistema patriarcal que sustenta las relaciones de poder y de desigualdad que existen en nuestra sociedad, y que impiden a las mujeres disfrutar de una vida digna, autónoma y en libertad.
  
   Acabar con la violencia machista es una responsabilidad de toda la sociedad y de las Administraciones Públicas. Por eso, ante los ataques indiscriminados a los derechos y libertades de las mujeres, interpelamos a todos esos hombres que eligen la igualdad, la tolerancia y la corresponsabilidad como valores propios.
   


   Interpelamos a todas esas mujeres que eligen la igualdad, la sororidad y el empoderamiento como principios para continuar luchando por los derechos que durante siglos se han conseguido y por los que quedan por conseguir. Por ello, desde el Instituto de la Mujer y desde todas las Administraciones Públicas también nos sentimos interpeladas, y tenemos claro nuestro papel.


  Somos responsables de garantizar que la igualdad entre mujeres y hombres sea una realidad y de acabar con la violencia de género. Por eso:

  · Elegimos seguir trabajando para garantizar la atención y protección de todas las mujeres víctimas de violencia de género, así como de sus hijas e hijos y sus familiares.
  
  · Elegimos seguir realizando acciones de prevención, concienciación y sensibilización en nuestros centros educativos y en la sociedad castellano-manchega con el objetivo de acabar con los estereotipos y comportamientos sexistas.

   
  · Elegimos visibilizar y reconocer el trabajo de las miles de mujeres de Castilla-La Mancha y de las asociaciones y movimientos feministas para que continúen en su imparable defensa de la igualdad y su lucha contra la violencia machista.
  
  · Elegimos avanzar hacia una sociedad segura y una vida libre de violencia para las mujeres.

  · Elegimos una sociedad donde se haga realidad que mujeres y hombres seamos iguales en derechos. 


    · Elegimos una vida libre, sin miedo, segura y digna.

     ¿Y tú de qué lado estás?      Elige tu papel.

INSTITUTO DE LA MUJER DE CASTILLA LA MANCHA

miércoles, 20 de noviembre de 2019

RETAZOS DE UN PASADO HORTELANO EN SONSECA


   Esta recreación articulada de las huertas y los hortelanos de Sonseca me la publicaron en el programa de Ferias y Fiestas del 2019. Ahora, pasados un par de meses,  me atrevo a lanzarla por este medio, este sencillo púlpito para que su divulgación se más amplia.


    En los siglos IX y X, los bereberes y muladíes se establecen en nuestro término con algunos mozárabes. Utilizan la noria para sacar el agua de los pozos y con ella regar los cultivos de sus huertas.


Fotografía hecha en la década de los 70 del pasado siglo. Aún funcionaban bastantes norias.

  Cuentan las crónicas escritas de la existencia en 1694 de pozos perforados en el término y sus norias.
   
  El Convento de El Castañar es extinguido por decreto del 23 de julio de 1822. Unos hortelanos de Sonseca lo reciben como custodios, los mismos que otros años lo habían habitado y guardado.
  
   Y en el siglo XX, ¿cuántas huertas habría en Sonseca por las décadas de los años 40 y 50 ?



Una de las  huertas que aún quedan en el término con la pieza y el pozo con restos de noria.


    En 1943, según la prensa escrita, existían unas 500 huertas en Sonseca, algunas de ellas con varías norias.
   
   En Cuartillejos, los Araciles, la vereda el Encañado, Charquena, Pelicano , alrededores de Casalgordo, Miraflores…  Seguro que tú, lector, recuerdas algún que otro pago con pozos de los que no se apuraban. Y, en el ahora centro del casco urbano, hay pozos de noria, señal de la existencia de los llamados huertos que hemos urbanizado.


Pozo de huerta rodeado de cañas que se resiste a ser urbanizado, calle Ramón y Cajal.
  
  Huertas vecinas con pozos cercanos, apenas diez metros uno de otro. ¿Es posible que cada uno tuviera su manantial diferente según me comentaban?  Huerta con dos hortelanos, a medias, cada día sacaba uno el agua del pozo.


Pozo de noria sin marrano

   Una huerta sin pozo no es una huerta. Pozo con dos agujeros  calados y comunicados por debajo del marrano para enganchar la maroma de los cangilones de la noria y el otro, el más ancho sin marrano en el medio.  La noria es el artilugio para sacar el agua. Cuanto mejor manantial tenía el pozo, mejor era la huerta porque se podían regar más tierra sembrada. - Ese pozo es una mina.  Se decía cuando no se apuraba. Con la llegada de los motores  “PIVA” ya era otra cosa.
  
La llamada rambla que llegaba inclinada al pozo para poder colocar el motor PIVA

  
    Y alrededor del pozo, el anden o andel con su vereda circular por donde la energía animal, mula, borrico… transitaba a ritmo de tranquilla entre dos palancas con un tapaojos hecho de una chaqueta vieja, por ejemplo. Algunos se resguardaban del viento con un cerco de cañas. Al final de la calle Ramón y Cajal  hacia las piscinas aún nos quedan vestigios. 


La última noria que ha funcionado en el término de Sonseca. Foto del verano de 1985.

Noria con artesuela, recipiente de latón  encargado de recoger el agua y echarlo a la arqueta.


   El agua que recoge la artesuela de los cangilones va a parar a la arqueta. ¡Qué placer beber el agua “rozaíta” a bruces! De la arqueta iba a la alberca, que a veces estaba lejos del pozo, en la parte más alta de la huerta para poder regar toda la tierra. El agua llegaba por tubería de un pozo perforado a nivel más bajo. ¿Cómo es posible?  Como el principio de los vasos comunicante lo impone, la solución era construir un andel alrededor del pozo de tal altura que el agua fuera a parar a la alberca por su propio peso.  Aún nos quedan ejemplos en el término camino de San Pedro de la Mata.


Hacia San Pedro de la Mata el andel más alta del término.

   No hay nivel como el agua
 ni veleta como el humo,
 ni edificio más aplomo
 como del cogote al ...                                            
    
  La alberca cuadrangular, rectangular y últimamente circular almacenaba varios miles de litros de agua del pozo. Llegaba por la arqueta, que rebosaba siendo muy propicia para poner el melón o sandía a refrescar. Las más de las veces tenían “golpaderas” hechas del mismo material o con alguna lastra de granito. Servían para lavar ropa y la lana de los colchones. En ella se podían juntar el agua de varias “uncias”, tiempo establecido de tiro para cada caballería uncida a la noria.


Alberca de granito con golpadera rudimentaria del mismo material.


  De la alberca salía el agua por varios buzones, orificios de salida, en distintas paredes y alturas. El buzón del colmo era el más alto. La intensidad del chorro de salida del agua se regulaba con un trapo, arpillera, sujeto por una cuerda, que se tensaba o aflojaba a discreción de las habilidades, edad del “regaor”, la mayor o menor pendiente del terreno a regar… 


Alberca destapada, sale el agua regulada por el trapo sujeto con una cuerda al canto que se ve.


  El agua corría por una madre, chorrero principal  junto a la que se solían plantar los árboles frutales para aprovechar el paso del agua como perales, ciruelos, peros… No faltaban nogales y almendros porque además de sus frutos, proporcionaban la fresca sombra tan buscada en verano por el hortelano para comer, descansar (siesta en tenderete)... y se fregaba la cazuela de barro con la arena que surgía con el paso del agua de uno a otro.


Inicio de la madre con grama abundante alrededor en esta huerta.
  
 Por allí merodeaban aves como las urracas, tordos (los más dañinos), tórtolas, alcaudones, cernícalos, abubillas…, algunos en extinción; insectos como la molesta chicharra con su sonido machacón, las previsoras hormigas en largas hileras cargadas cada una con un voluminoso grano de “cebá” y otros animalitos (lagartos, lagartijas y ustedes pueden añadir los que faltan sin olvidar el erizo) formando un verdadero ecosistema.
  
   Cuentan la anécdota que  un “segaor” se metió debajo de un nogal a segar una macolla de “cebá” y exclamo: - Aquí se puede segar por un duro menos.
  
   Tampoco faltaban las plantas aromáticas como hierbabuena y la festiva albahaca. Las hierbas silvestres como las verdolagas, ceñiglos, grama… solían nacer en la madre dificultando el paso del agua por lo que había que quitarlas rozando con el azadón una y otra vez. A los  abrojos, no sé por qué, les daba por nacer junto a los carriles propiciando los inoportunos pinchazos de las ruedas de las bicicletas.


Los abrojos hacían sus trastadas a los hortelanos, no solo se pinchaban las ruedas de las bicicletas.

La verdolaga es una planta con tallos gruesos y carnosos  que se extiende varios decímetros.


 Arrecógete verdolaga,
arrecógete un poquito,
que la huerta no es muy grande
y el hortelano muy rico.
  
    Por chorreros secundarios, echados en unas y otras direcciones sabiamente con el arado por el hortelano, cual si fuera un Ingeniero de Canales con técnica heredada, el agua llegaba a todo el terreno más cultivable, incluso curiales, alberos y a los cornejales de la huerta por su peso, el riego por inmersión. 


La era dentro del cantero con la torna abierta para que entre el agua.

   El terreno de regadío se dividía en cuarteles, canteros, “hilillas” y eras, la superficie mínima regable. El agua entraba en ellas porque tenía la torna abierta. El “regaor” se encargaba de cerrarla cuando se llenaba con el azadón, dando paso a la siguiente, y así sucesivamente hasta que se acababa el agua de la alberca o el cuartel correspondiente.


El hortelano hace la torna para dejar paso al agua por el chorrero camino de otra era que llenar.


  Los “regaores” curtidos lo hacía descalzos, otros, calzando albarcas. Rara era la vez que los pies no se mojaran con el agua fría, la garganta se resentía y las anginas daban su lata. Había un dicho que se les decía: - “échate los pies a las espaldas y no pises en los lomos”. Un buen invento para solucionar las pisadas fueron las botas “katiuscas”. Daba gusto andar por el chorrero sin pisar los lomos sembrados ya fuera de patatas, lo más abundante, judías, habas, maíz… incluso la cebada.


Albarcas de uno de los últimos hortelanos que las calzaban para sus labores en el campo.

    Si le sobraba agua había que tapar el buzón con un trapo (tapón de alberca) y un palo que se oprimía a la pared de la arqueta de salida, en Sonseca “arguñón”. Meter el palo en el buzón era otra manera de regular el chorro.


El tapón  sujeto con un palo no deja salir el agua de la alberca. El palo sirve de regulador.
  
    Cuando alguien era pequeño y rechoncho, peyorativamente se le decía: - Parece un tapón de alberca.
  
    Un hortelano preguntaba a otro: - Cuántas patatas has sembrado.  Y le respondía por el número de eras.


Una de las casas o piezas más antigua del término para personas y animales juntos.
  

   Junto al pozo, manantial de vida, se construía la pieza o casa a una o dos aguas  con la puerta, generalmente, orientada al mediodía y la ventana al norte para que hubiera corriente de aire cuando se abrían. Era el hogar del hortelano y a veces de las caballerías que convivían bajo el mismo techo, separados o no por una pesebrera. No faltaba la chimenea de vasares con fuego en bajo donde se cocinaba con leña, paja si se hacía un cocido de garbanzos en puchero u olla de barro. A media mañana se añadía la patata, más fácil de cocer, la hierbabuena y agua con el botijo según se iba evaporando. 


La pesebrera separaba en la mismo habitáculo la parte para caballerías de la de personas.

Antigua chimenea con sus vasares para colocar los pucheros, cazuelas...

  
 El suelo por lo común terrizo, se regaba para que diera frescor. De mucho barrerlos, se hundían, pues algo de tierra siempre se llevaba el recogedor. Lo tenían fácil los ratones. Algunas, con el tiempo, se  empedraron y hasta embaldosaron. Para sentarse siempre había alguna silla vieja, taburete, serijo o banqueta de tres patas, de las que nunca cojeaban. En las paredes, a una altura de dos metros más o menos, se incrustaban estacas de álamo para colgar los arreos, tiros o guarniciones de las caballerías o incluso herramientas como azadones, harneros, cribas…


En esto palos metidos en la pared se solían colgar las guarniciones de las caballerías, las herramientas...


  Por razones de higiene, las caballerías se sacaron fuera a un portal o cuadra contigua para aprovechar una de las paredes.


La huerta de Pelicano con el portal junto a la casa para meter a las caballerías.
  
    El hábitat del hortelano se mejoró, pero también los medios mecánicos,   motores eléctricos para sacar el agua, tractores y maquinaria especializada que nos cambiaron las formas de vida a los hortelanos y por extensión la huerta ya dejó de cumplir su función. Se terminó una etapa agrícola muy singular de Sonseca. Las labores agrícolas necesitaban menos mano de obra y hubo que cambiar de trabajo.


Los tractores sustituyeron a los gañanes y caballerías tirando de un carro o galera.

Motor eléctrico de extración de agua metido en el pozo suspendido de un torno que lo sube o baja.


   La industria florecía. Los hortelanos, artesanos de la agricultura, se convirtieron en artesanos de las industrias: muebles, textil o mazapán.


Las industrias de Sonseca recogieron mucha mano de obra de antiguos hortelanos, pastores y carboneros.
  
   Este año me ha dado por contaros mis imágenes de la infancia de hijo de hortelano, “currucanero”, por si os hago cultivar la memoria, ejercicio saludable según la medicina neurológica para mantenernos jóvenes, y, a los que no lo han conocido, decirles que estas realidades no son cuentos de los padres, abuelos,…, existieron, pretérito imperfecto. El año que viene podemos seguir, Dios mediante, con su riqueza de tareas, trabajos, por ejemplo.
                         
                                     ¡Felices Ferias y Fiestas!
                          
                                                     Salva Peces de S.

  En este blog tengo alguna que otra entrada relacionada con las huertas sonsecanas. Pueden utilizar el buscador situado en la parte superior en la franja fija de la derecha.

 Mi agradecimiento a familiares y amigos que me han sacado de alguna duda y me han sugerido algunos detalles.


Puedes rebuscar en los siguientes apartados:

EL OTRO tiempo DE UN PUEBLO...

DE BUEN NACIDOS ES...


Gracias amigo visitante por compartir este paseo por esta singular visión de mi pueblo, fruto de inquietudes recopiladoras desde...

Gracias, por ocupar parte de su tiempo en descubrir estos retazos, fragmentos, pinceladas de un laborioso pueblo como Sonseca, que ha demostrado a lo largo de su Historia saber superar con inteligencia creadora y ejecutiva las circunstancias más desfavorable.

Gracias, por leer y observar mis "entradas" metidas a golpe de corazón, como intuyendo lo que nos une y nos anima a seguir ampliando nuestros límites personales afianzando lo que somos y de donde venimos.

Disculpas por las erratas que siempre lleva un texto escrito aunque se haya realizado con lo mejor que uno ha aprendido.
























































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































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