domingo, 2 de octubre de 2011

Pedro Martínez de Castañeda

AUTOR DEL RETABLO DE LA IGLESIA PARROQUIAL DE SONSECA, SU OBRA CUMBRE.
Nace en Peñaranda de Bracamonte (Salamanca), probablemente en 1527 en el seno de una humilde familia de cristianos viejos; de la cual es el primogénito de seis hermanos. Su padre se ganaba la vida de sastre.



Panorámica de Peñaranda de Bracamonte, pueblo natal de Castañeda

En Peñaranda, aprendió las primeras letras y recibió los primeros sacramentos, entre ellos la Confirmación.
A los 16 años, decide irse a Salamanca a aprender el oficio de escultor. Le resultó relativamente fácil ya que en la ciudad abunda el trabajo porque el PLATERESCO esta en pleno apogeo.
Estuvo entre dos y tres años como discípulo de Pedro de Salamanca, autor de retablos para pueblos de Castilla la Vieja. Debió aprender bien y deprisa con él, pues decidió desde allí irse a trabajar a Valladolid con Alonso de Berruguete, el universalmente famoso escultor y pintor.
El maestro palentino se hallaba en su cumbre artística; le encargaban muchos trabajos y además gozaba de la confianza de la Corte.
Entre cuatro y cinco años trabajo con él, convirtiéndose en un auténtico artista polivalente renacentista. Se perfeccionó tanto en pintura como en escultura.
Colaboró, seguramente, con su maestro en los remates de la silla arzobispal y en el grupo escultórico de la Transfiguración de la catedral toledana.
Hacia 1550, se separa de su famoso maestro y decide se independiente. Comienza una nueva etapa de su vida.
Su independencia será posible gracias a un mecenazgo, tan propio de la época, y concretamente al de Don Miguel Muñoz, Obispo de Cuenca y presidente de la Cancillería de Valladolid, ciudad donde conoció a Martínez de Castañeda y decidió darle su protección.





Retablo de la Dormición de la Virgen de Martínez de Castañeda consevado en Cuenca. Pintura sobre tabla de gran delicadeza.

Se compone de un solo cuerpo, asentado sobre un banco y coronado por un ático. La escena central, LA DORMICIÓN DE LA VIRGEN, rodeada de apóstoles y una cohorte de angelillos, se encuentra flanqueada por columnas estriadas de capiteles jónicos.En el ático, la Coronación de la Virgen. Datada en 1580

Restaurado por el Taller de Escultura del Centro de Restauración y Conservación de Castilla-La Mancha en la campaña 2009. La sonsecana Ana Isabel Zarza Sánchez intervino junto a otras tres compañeras en la restauración de dicho retablo.Las cualidades pictóricas desarrolladas en el taller de Berruquete las pudo manifestar en el primer trabajo encargado por su mecenas, unos cuadros paisajísticos sobre Cuenca. Allí estuvo dos años y medio pintando dichos paisajes, de los que no hay constancia que se conserven. Esta incursión en la pintura sería una página casi anecdótica en el libro de su vida.
El mismo mecenas le devuelve a su escultura, más en consonancia con su preparación y aficiones, encargándole un retablo para la Iglesia Parroquial de Buendía (Cuenca), pueblo, al parecer, natural del Obispo. Este retablo desapareció en la Guerra Civil.
Desde entonces, Martínez de Castañeda se orienta hacia el arte religioso y más en concreto a la construcción de retablos para iglesias, consiguiendo obras de gran relevancia y perfección formal, que el interpreta al modo de Berruguete, el maestro que sembró profundas huellas en su espíritu.




















  

 En torno a 1558, de Buendía pasó a Ciruelos ( panorámica a la izquierda), pueblo de escasa demografía y cercano a Yepes (Toledo), requerido por los vecinos, de gran religiosidad, para que construyera el retablo de su Iglesia Parroquial. Desapareció en 1885 al hundirse la capilla mayor.
Allí conoció a Ana Ruiz de Rivera, vecina de este pueblo, hija de labradores cristianos viejos con la que contrajo matrimonio. Tiene tres hijos con ella: Juan, escultor como su padre, Eugenio, que llega a ser religioso en la Orden de los Jerónimos, y Anacleto, nacido en Sonseca.
Entre 1563 y 1565, realizó algunos trabajos para la Catedral Primada, a destacar la Capilla de San Juan Bautista, debajo de la torre. Fue sustituida por el Tesoro. Posiblemente, su obra no haya desaparecido, si no donado a otra iglesia.




Retablo de Martínez de Castañeda en la Iglesia Parroquial de Campo de Criptana antes de 1936.


  Su siguiente obra de categoría fue el retablo de la Iglesia Parroquial de Campo de Criptana (Ciudad Real). Para su realización residió en este pueblo manchego desde comienzos de 1565 a julio de 1568, naciendo allí su primer hijo. Este retablo fue quemado en la Guerra Civil y la iglesia se destruyó seguidamente para ampliar la plaza y cambiar de ubicación.
Varios criptanense aprendieron el oficio de escultor con Don Pedro, destacando Francisco Hernández, seguidor de su escuela.
La capital toledana sería su siguiente definitivo lugar de residencia. En el barrio de San Justo, viviría hasta su muerte.
La catedral le encarga los remates de la Puerta de la Presentación, es lo único que se conserva labrado en piedra de su obra.
Por fin, ya casi cincuentón, llega su gran oportunidad. Por el año de 1574, los vecinos de Sonseca requirieron sus servicios para la construcción del retablo de su templo parroquial.


Retablo de Sonseca fotografiado por "Compañy", a finales del siglo XIX


  A juzgar por el tiempo tardado en la ejecución, catorce años, sin duda se puede considerar el trabajo de mayor envergadura y por supuesto su mejor obra. Se le pagaron por el trabajo de las manos 28.300 reales.
En ella, colaboraría el mejor discípulo y continuador de su escuela, su hijo Juan Ruiz de Castañeda, el cual se casó con la sonsecana Ana de Rojas.
Es el único retablo, destrozado en parte en la Guerra Civil, que se conserva de nuestro biografiado. Actualmente, al comienzo del mileño, se ha completado estando Don José Talvera como Párroco.
Mientras hacía el retablo de Sonseca, no debió abandonar del todo su residencia en Toledo, donde tendría el taller principal, pues simultaneó este trabajo con algunos en capital imperial, entre ellos la talla de un santo toledano para la Catedral, posiblemente, San Eugenio y alguna tasación pericial de una obra inconclusa.



Al retablo de Martínez de Castañeda se le agregó la gradería, el sagrario, cascarón y tabernáculo en 1756, obra del escultor de Toledo Juan Félix de Luna, con un coste de 136.476 maravedís. José Martín Corrales hizo el dorado del sagrario.

Para conocer mejor su obra cumbre pueden entrar en la ENTRADA, APARTADO de este blog: ARTE: RETABLO PARROQUIAL


  A partir de 1588, que termina en Sonseca, sabemos muy poco de su vida, tendría ya 61 años cumplidos. Posiblemente, murió en 1604. Se mandó enterrar en la Parroquia de San Justo de Toledo.
De este hombre chico de cuerpo, moreno de rostro, un poco entrecano, chato y feo según algunos que le conocieron, honrado, e independiente sólo nos quedan dos obras destacadas: la Puerta de Presentación de la Catedral Primada y el retablo, ahora completado, de nuestra Iglesia, suficientes botones de muestra para acreditar su destacado valor como artista religioso en la segunda mitad del siglo XVI.
























"Su gubia trabajaba agilmente los plegados en amplio, las bien sentadas cabezas sobre la bella silueta de sus cuerpos menos magros y atormentados que los típicos berruguetescos que le inspiraban muy literalmente, y sus barbas al viento" Milagros Rodríguez Quintana

Esta resumida biografía ha sido posible al trabajo de investigación realizado por Don Ramón Gonzálvez Ruiz: El escultor Pedro Martínez de Castañeda, publicado en el Boletín de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo, 1979.


Para más información sobre su trabajo en el retablo de Campa de Criptana, consultar: http://www.entredosamores.es/.

Atribuciones que se le hacen a Martínez de Castañeda dignas de estudio: Un pequeño retablo en la iglesia parroquial de Carranque, un retablo desaparecido en Magán y un retablo en Marjaliza del que solo queda el Crucifijo, cuyas trazas son muy parecidas al conocido popularmente como "de las Aguas" de Sonseca

Colaborador en la documentación: José Luis López Pérez

Puedes rebuscar en los siguientes apartados:

EL OTRO tiempo DE UN PUEBLO...

DE BUEN NACIDOS ES...


Gracias amigo visitante por compartir este paseo por esta singular visión de mi pueblo, fruto de inquietudes recopiladoras desde...

Gracias, por ocupar parte de su tiempo en descubrir estos retazos, fragmentos, pinceladas de un laborioso pueblo como Sonseca, que ha demostrado a lo largo de su Historia saber superar con inteligencia creadora y ejecutiva las circunstancias más desfavorable.

Gracias, por leer y observar mis "entradas" metidas a golpe de corazón, como intuyendo lo que nos une y nos anima a seguir ampliando nuestros límites personales afianzando lo que somos y de donde venimos.

Disculpas por las erratas que siempre lleva un texto escrito aunque se haya realizado con lo mejor que uno ha aprendido.
























































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































Seguidores