martes, 4 de agosto de 2009

Ruinas visigodas de San Pedro de la Mata

UNO DE LOS OCHENTA MONUMENTOS VISIGODOS CONOCIDOS EN ESPAÑA,
pero no lo suficiente.


Ruinas de San Pedro desde el Sur
Fueron declaradas Monumento Histórico Artístico por Real Decreto del 3 de junio de 1931.

SITUACIÓN

Están situadas en el término de Sonseca, a 7 km de casco urbano y a 3,6 km al Sur - Oeste del anejo Casalgordo, cerca de los Montes de Toledo.


Entrada a Casalgordo por el Sur
   Para acceder a ellas, el camino mejor acondicionado lo tomaremos desde Casalgordo. Salimos por la vereda La Gitana hacia el Poniente, el primer camino que cruza es el de Peña del Rayo, que viene de Sonseca; se toma a la izquierda, se pasa el arroyo y, siguiendo el camino, después de varias curvas, se divisan sobre un afloramiento de piedra granítica.


Camino de Peña del Rayo, que proviene de Sonseca, al cruzar la vereda de La Gitana

ALGO DE HISTORIA
   Varias teorías se ha escrito sobre la fundación de la ermita. Una de ellas sostiene que la ermita fuera una iglesia paleocristiana romana mandada edificar por San Eugenio. En ella vivirían anacoretas dedicados a la oración.

Fachada Norte

  La otra, más aceptada por los estudiosos, es considerada visigoda. 
  Ya en las Relaciones Topográficas de Felipe II, los vecinos de Casalgordo daban noticia de su existencia en enero de 1576:

"En el término del pueblo, hay una ermita muy antigua, que no hay noticia de su fundación, que se llama Campo de la Mata, en el cual hay un letrero que se deja leer: "Wamba me fecit" y esta ermita es tan antigua que no hay noticia de su fundación". Wamba reinó entre los años 672 y 681.

En las Relaciones de los pueblos de Cardenal Lorenzana, por otra parte, se lee lo siguiente: "Hubo en Casalgordo una ermita que llamaron San Pedro de la Mata, que está ya demolida y junto a ella varios cimientos y ruinas de una casa que se dice haber sido de Templarios (1775 - (1791)".


Ruinas de la supuesta casa de Templarios en el paraje de Los Toriles, cercanos a San Pedro de la Mata. Se aprecia en la parte central los cimientos de un horno.

   En el llamado Campo de la Mata, donde se centra la ermita, era una especie de Tebaida, en la cual se reunían piadosos anacoretas y austeros ermitaños en la época visigoda, y mozárabe toledanos y cristianos huidos del Mediodía de España en la invasión árabe.
  Estos datos históricos fueron la primera fuente descubiertas para todos los autores que se han ocupado de esta ruinas, entre ellos el Conde de Cedillo ( las sacó del anonimato haciendo referencia de ellas en su famoso Catálogo Monumental de la Provincia de Toledo), Gómez Moreno, Azcarate, Helmut-Schlunk, Allendesalazar, Menéndez Pidal y más cercanos en el tiempo Caballero Zoreda, Balmaseda y otros.

DATOS CRONÓLOGICOS

   A partir de la pacificación de los Reyes Católicos, se reanudó el culto en la ermita y se solía hacer una procesión desde Casalgordo a San Pedro de la Mata el día de San Marcos (25 de abril) y se decía misa. Eran votos del pueblo por lo que el Concejo pagaba los gastos, incluso el cura de fuera.
  
  En 1583, la ermita cedió por mediación del Visitador Eclesiástico 14.000 maravedíes a la parroquia de Sonseca ya que tenía necesidad para su sostenimiento y la dicha ermita no.

  En 1617, se murió el santero que allí vivía.
  En 1622, sólo fueran el cura y el sacristán a la procesión y dijeron misa.
En 1626, Se dejó de hacer la procesión por falta de gente.

  La ermita se manda restaurar en 1718.           1722.- Por mandato del Visitador Eclesiástico, se reparan las ermitas de san Pedro de la Mata y san Ildefonso (desaparecida). Los vecinos de Sonseca y Casalgordo, a los que se les pide colaboración, compraron unos objetos litúrgicos y la nueva imagen de san Pedro de 90 cm. de altura. Ahora la tiene a buen recaudo la parroquia de Sonseca en la ermita de la Virgen de los Remedios.

   1725.- Los vecinos de Sonseca hacen una comedia para sacar fondos con destino a la reparación de la ermita de san Pedro de la Mata.

   1726.- Se elimina la procesión que se hacía desde Casalgordo a san Pedro de la Mata el día de san Marcos (25 de abril) por falta de gente.


San Pedro en la Iglesia de Casalgordo.
Foto de Gregorio Barbero
  
  El año crucial para el abandono y destrucción rápida de San Pedro fue el 1775. El señor Arzobispo de Toledo ordenó por decreto, ante el mal estado que presentaba la construcción, se trasladaran la imagen de San Pedro, muebles, alhajas a la parroquia de Casalgordo, además de que se quitara al edificio la techumbre (enmaderado y tejas) y puertas, sacando 1443 reales por su venta.
 
  1777.- 5 de febrero. Se mandó secularizar la ermita de san Pedro de la Mata, siendo cura de Casalgordo don José Cid y mayordormo don Manuel Bito, vecino de Sonseca, pagándose 1.443 reales por el derribo y 25 reales por la mesa de pino de san Pedro.
 
  D. Jerónimo López de Ayala, Conde de Cedillo, descubrió y rescató para la historia y el arte esta ermita a primeros del siglo XX. Entonces se podían apreciar bien la capilla de cruz griega y las diversas dependencias que componían la principal construcción sobre roca viva.


  Fue declarado Monumento Histórico-Artístico el 3 de junio de 1931, como decía en el encabezamiento.
En la década de los 40 y 50 del siglo XX se utilizó como corral para guardar ganado.
  La Dirección General de Bellas Artes del Ministerio de Educación y Ciencia, en 1972, se encarga de arreglar, reforzar los restos que aún perviven por la cantidad de 1.017.637 pesetas. El arquitecto encomendado fue don José Menéndez-Pidal Álvarez.

 


Vista general desde el Sur


DESCRIPCIÓN del MONUMENTO

   Iglesia cruciforme con planta de cruz griega. El edificio tiene unas medidas totales de 26,15 x 12,9 m. con la habitación trasera que sobresale. Si tomamos la medida del eje longitudinal central es sólo de 21,55 m, suponiéndose que era la dimensión primitiva.

PARTES DE QUE CONSTA
   El ábside y anteábside forman un bloque rectangular separados por un arco.



   Los muros laterales de estos huecos llevan una especie de sotabanco corrido, resto de muro primitivo.
   En principio debemos pensar que el edificio se destruyó en parte, hasta el nivel del sotobanco. La reconstrucción se hizo con un ancho de muro más estrecho, el suficiente para sostener un tejado de madera, con excepción del ábside principal. 


    En la puerta derecha el anteábside, su jamba Oeste nos muestra sin duda el muro más moderno, construido sobre parte del muro primitivo.
  El arco de herradura y su jamba exterior, con un ancho de 0,85 m están adosados a los restos primitivos.
  Sillares de gran tamaño forman la parte baja de los muros.
  El crucero se limita por cuatro arcos que abrían a cada una de las naves de la iglesia. Descansan sobre pilares resaltados de los muros en vez de sobre los muros.



  Sólo se conserva uno de los cuatro arcos, concretamente el de la nave Sur, cerrado ligeramente en herradura, arco toral. Los huecos antes del salmer evidencian que hubo impostas y fueron arrancadas. Sus dovelas están recubiertas con mortero de cal y arena. Por sus características cuesta asegurar que es el primitivo.
  La nave de los pies: huellas de un pie de altar y dos minúsculos canceles presenta el suelo. 


  Las naves laterales del crucero tienen sendas puertas y sus muros son más estrechos que los demás muros primitivos.
  La puerta Oeste del crucero Norte se debió cubrir con arco de herradura. Sólo guarda: el sillar de imposta, el salmer, tres dovelas de la jamba Norte y la imposta de la derecha.

Puerta Oeste del crucero Norte

Si observamos el muro oriental, se aprecian tres reconstrucciones. Una ventanita limita la última etapa de construcción del muro.


Muro Oriental

  El muro Sur está muy destruido. Se le ha reforzado últimamente.
  El muro Oeste conserva restos de los más primitivos. Se abre en él una puerta con mocheta interior cerrada en arco, casi de herradura.
  De las tres habitaciones laterales: dos se sitúan en la cabecera del edificio, con acceso por huecos en los laterales del ábside, y la restante con paso desde el exterior.



  Estas dependencias fueron habitables, la meridional, posiblemente, el hogar, ya que se aprecian huellas de fuego en el suelo y un poyete de fábrica.
  Dada las estructuras de este edificio semejantes a otras, posibilita la consideración de que estemos ante un edificio de tipo monástico.



Al fondo, la Sierra de Layos como cerro testigo

  Esta iglesia poseía dos altares y tres canceles, uno de ellos se situaba en la entrada del ábside, el segundo en el centro de los muros del anteábside, y el tercer cancel delante del arco de paso al crucero. En la actualidad solo quedan tres arcos.
  Una línea de bellas impostas debieron colocar los primeros constructores, que desgraciadamente ha sido sacadas de su sitio y colocadas algunas en edificios de los pueblos de alrededores, otras ha pasado a colecciones particulares y el resto almacenadas en el Museo de Santa Cruz de Toledo.


Impostas de colección particular
  Según los entendidos San Pedro de la Mata formaría grupo con otras mejor conservadas como Santa Comba de Bande y San Pedro de la Nave, siendo sus dimensiones intermedias entre la primera que es la más pequeña y la segunda, la mayor.






San Pedro de la Nave


                                                          Santa Comba de Bande


La prensa nacional se ha ocupado de estas ruinas como el ABC del 6 de mayo de 1969.
Esta sencilla exposición ha sido posible porque he consultado varias fuentes de información:


Trabajos de investigación de Don Francisco Peces Caberta, sacerdote y de Noelia de la Cruz Peces, historiadora.


Arqueología y arquitectura. San Pedro de la Mata (Toledo) y Santa Comba de Bande (Orense) de Luis Caballero Zoreda, editado por el Ministerio de Cultura.


Historia de Sonseca en anales, de Francisco Gil Gallego


Memorias y Curiosidades de la Historia de Sonseca, de Manuel Ballesteros Peces
Artículo de UVEME en el programa de Ferias y Fiestas  de Sonseca de 1972.

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Gracias amigo visitante por compartir este paseo por esta singular visión de mi pueblo, fruto de inquietudes recopiladoras desde...

Gracias, por ocupar parte de su tiempo en descubrir estos retazos, fragmentos, pinceladas de un laborioso pueblo como Sonseca, que ha demostrado a lo largo de su Historia saber superar con inteligencia creadora y ejecutiva las circunstancias más desfavorable.

Gracias, por leer y observar mis "entradas" metidas a golpe de corazón, como intuyendo lo que nos une y nos anima a seguir ampliando nuestros límites personales afianzando lo que somos y de donde venimos.

Disculpas por las erratas que siempre lleva un texto escrito aunque se haya realizado con lo mejor que uno ha aprendido.
























































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































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