LEYENDA
Desde tiempo inmemorial, en el pueblo de Sonseca se ha oído repetidamente la frase: "¡Cómo seas malo, viene la mora y te lleva con ella"!. Esta tradición se va diluyendo con el tiempo entre los padres más jóvenes.
Cara sur de la Torre Tolanca
- La mora sale a peinarse los cabellos todos los sábados a la terraza - comentaban también los abuelos a sus nietos con toda solemnidad.
Como nunca salía, siempre los viejos del lugar se inventaban excusas de toda índole para justificar su ausencia y mantener intacta la ingenuidad infantil.
Los sábados pasan unos tras otro, los niños dejan de serlo y el mito de la mora se diluye con el tiempo y la incipiente racionalidad que fluye al dejar la niñez.
Como nunca salía, siempre los viejos del lugar se inventaban excusas de toda índole para justificar su ausencia y mantener intacta la ingenuidad infantil.
Los sábados pasan unos tras otro, los niños dejan de serlo y el mito de la mora se diluye con el tiempo y la incipiente racionalidad que fluye al dejar la niñez.
Alfonso VI |
La Torre Tolanca dejó de tener su función defensica de la época de los Taifas árabes, pero la imaginación popular siguió aplicándoles la leyenda mítica de principios del siglo VIII de la reina mora, donde confluyen dos mitos clásicos
por transformación cristiana, el de las LAMIAS romanas
precristianas, (aparecen sentadas en la puerta de su caverna peinándose los cabellos con hermoso peine de oro), que robaban los niños, y el de las NINFAS, doncellas de gran belleza, que habitan en el agua o en grutas donde pasan la vida hilando y entonando cantos, con lo que hechizan, a veces, la voluntad de los hombres que las escuchan.
La leyenda trasmitida por tradición oral cuenta que en tiempos de Alfonso VI, cuando arrasó la población mora del poblado de La Mezquitilla, cercano a la torre, un moro superviviente andaba errabundo, oraba en el llamado cerro El Moro (al sur de Sonseca) y guardaba a su hija en la Torre Tolanca.
Lugar cercano a la Torre Tolanca donde estaba emplazado el poblado de La Mezquitilla
Esta bella y morena mora salía a lavarse a la cercana fuente de la "Boticaria". A los atardeceres subía a lo alto de la torre y mientras se peinaba, cantaba lastimeramente su desdicha. Los pastores, que por allí apacentaban su ganado, quedaban embobados por la voz sensible y suave de la muchacha.
Uno de estos pastores, apuesto galán, se acercó a la torre y se enamoró de ella, comenzando así un romance entre ellos. Todos los día la visitaba a la misma hora y le enseñaba la doctrina cristiana para poder casarse con ella.
Un día tomando agua de una oquedad con una vasija, trepó por el muro de la torre hasta llegar a la doncella, le colgó una medalla de la Virgen del cuello, ella se arrodilló ante el zagal, y la butizó poniéndola por nombre Soledad.
Uno de estos pastores, apuesto galán, se acercó a la torre y se enamoró de ella, comenzando así un romance entre ellos. Todos los día la visitaba a la misma hora y le enseñaba la doctrina cristiana para poder casarse con ella.
Un día tomando agua de una oquedad con una vasija, trepó por el muro de la torre hasta llegar a la doncella, le colgó una medalla de la Virgen del cuello, ella se arrodilló ante el zagal, y la butizó poniéndola por nombre Soledad.
El pastor le pidió que se casara con él. Ella accedió y el mozo en su contento hizo un desafortunado movimiento, resbaló y no pudiendo asirse a ningún agarradero, cayó sobre las duras piedras y se mató ante la mirada atónita de la mora.
Desde entonces, la mora nunca volvió a cantar, sólo lloraba amargamente sobre la roca su desdicha.
La leyenda de la mora de la Torre Tolanca, conocidas las experiencias de pueblos cercanos, se podría convertir en un texto dramatizado y representarse. Así, se le daría más a conocer, respetar y proteger y, Sonseca a la par.
Fuentes documentales:
EL MITO DE LA MORA DE LA TORRE TOLANCA , de Dolores Romero LópezProgama de Ferias y Fiestas de Sonseca, 1993
ENTRE PUEBLOS Y LEYENDAS, de Ángel Santos Vaquero
Editorial Azacanes. Toledo