Encuentro noticias de años lluviosos, otros de sequía (con su rogativas), de tormentas, algunas con pérdidas de vidas, bien por rayos o por ahogamiento; de temblores de tierra ( ya comentados en otro apartado), de eclipses totales... , de nevadas y heladas. A estas últimas me dedicaré en este articulillo.
La nieve caída el 14 de diciembre del 2009 cubre la plaza y la ermita de la Virgen de los Remedios
La primera nevada registrada en textos que he encontrado data de 1527, parece que no fue solo una ese año, sino varias. "FUE UN AÑO DE GRANDES NEVADAS". Al año 1536, le tocaron las heladas, y así consta ya en negro sobre blanco.
Por aquellas fechas los casalgordeños se iban de romería cada año a tres lugares diferentes: Sta. Bárbara (conocemos el actual prado del mismo nombre), San Pedro de la Mata y a Arisgotas, que la sustituyeron por San Ildefonso (la ermita que tenía este santo, ya desaparecida).
Fachada sur de la Iglesia Parroquial y antiguo cementerio nevado
Una década después, año arriba o abajo los sonsecanos inician la construcción de la Iglesia Parroquial dedicada a San Juan Ante Portam Latinam.
Dejamos transcurrir los años sin datos escritos, lo que no quiere decir que no se sucedieran las nevadas y heladas, hasta 1822, que ya tenemos hasta el día, 22 de diciembre. Según las crónicas cayó una gran nevada.
En el mes de julio de este año fue dado por extinguido el convento de El Castañar por algunos incidente y falta de religiosos. Fue entregado a unos hortelanos de Sonseca para que le custodiaran, menester que ya habían hecho años antes. Al pueblo se trajeron unos cuadros, de poca importancia, las mesas de altar, los confesionarios y las campanas.
La helada más a destiempo cayó en 1854, en verano, un 7 de julio, San Fermín.
Los agricultures sufrieron las consecuencias en sus cultivos nada habituados a tan bajas temperaturas en esas fechas.
Ese año, D. Gregorio García Galiano estuvo al mando del destacamento en Sonseca de la restablecida milicia nacional surgida tras la llegada al poder del General Don Baldomero Espartero.
Seis años después, en 1860, en el mes de septiembre hubo pedrisco e inundaciones.
Una gran nevada cayó en diciembre de 1864.
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Palomar y tejado tradicional en el centro del pueblo cubiertos por una incipiente nevada
Pasadas las sequía de 1868 y las inundaciones de 1870 y 1926 nos encontramos en los años 50 del siglo XX para tener datos a mano de grandes heladas por medio de las crónicas locales que escribía el maestro Don Jesús Climent en el diario El Alcázar.
A partir del día 23 del mes de enero hasta el 30 de 1952 hubo varias nevadas, siendo más copiosa la última.
En el mes de mayo de ese mismo año, cayó una nube de pedrisco con tal aparato eléctrico que un rayo alcanzó a un vaca que pastaba en el prado de San Gregorio y otro a una yegua al otro lado del pueblo, junto a la fábrica de harinas.
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Los artesanales canalones han recogido las aguas, también las de nieve de los tejados.
El 8 de enero del año siguiente, el 1953 se puede leer en el citado diario la siguiente crónica:
NEVADAS Y FUERTES HELADAS
Siguiendo la tónica general, el tiempo aquí es muy frío. Caen nevadas y se registran temperaturas de seis a nueve grados bajo cero, que impiden a los labradores salir al campo temprano, trabajándose solamente en las horas centrales del día.
Cuando nieva y hiela se producen los carámbanos o popularmente conocidos como caramelos
20 de febrero de 1956 EL ALCÁZAR
A TRECE GRADOS BAJO CERO
El termómetro llegó a marcar 13º bajo cero. Las calles siguen cubiertas de hielo y las fuentes se helaron durante varios días. Hubo que calentarlas para poder beber.
Los obreros no salieron al campo durante algunos días, porque era imposible trabajar.- Corresponsal.
Como noticias ilustrativas podemos añadir que en ese mismo mes un arquitecto de Educación Nacional visitó los terrenos ofrecidos por el Ayuntamiento (plaza del Oteruelo) para construir un grupo escolar de seis clases y once viviendas para maestros (Dehesilla de San Sebastián).
También el Ayuntamiento recibió del Servicio Nacional de Lectura una Biblioteca Municipal, que se inauguraría un par de meses después, el 23 de abril, Día del Libro.
La nieve invita a moldear el típico muñeco con bufanda y...
Los cincuenta y tantos años que nos separan de esta última fecha se quedan por investigar. Seguro que otro motivo metereológico nos dará pie para hacerlo y publicarlo.
Y no olviden la sabiduría popular:
- Verano con mucha sed, invierno con mucha nieve- Invierno que mucho hiela, cosecha de fruta espera.
Fuentes documentales:
- Historia de SONSECA en anales de Francisco Gil Gallego
- Memorias y curisosidades de la Historia de Sonseca de Manuel Ballesteros Peces
- Diario El Alcázar
- Historia de SONSECA en anales de Francisco Gil Gallego
- Memorias y curisosidades de la Historia de Sonseca de Manuel Ballesteros Peces
