Los sonsecanos que peinamos canas cuando paseamos, deambulamos por las calles del pueblo, percibimos demasiado silencio, soledad, poca actividad relacionada con el trabajo.
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| La calle Ramón y Cajal fue escenario de bullecio de obreros de la "viruta". |
Nos remontamos con nuestra memoria a los años 70, 80, 90, esas décadas de desarrollo económico, social, educativo, cultural... y no preguntamos: - ¿Qué ha sucedido en nuestro pueblo?
Rebuscando en mis archivos, encuentro un artículo de don Manuel López Rielves publicado en 1985. Creo invita a la reflexión y a lo mejor a buscar una respuesta al interrogante, que presupongo harto compleja.
HOMBRES INTELIGENTES Y TRABAJADORES
En la llamada Mancha Alta, emerge este pueblo, que geográficamante tiene poco que ver con la Mancha, pero que tampoco es clasificable con otros entornos, y que está ahí, a muy poca distancia, al sur de Toledo, en los caminos que se van abriendo a partir de Los Yébenes y Mora, hasta los campo se Montiel.
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| Vista aérea de la parte ESTE del casco urbano de Sonseca |
Aquí no hubo molinos, ni ventas, ni Caballero alguno, que con su fuerte brazo pusiera orden en las encrucijadas, aquí nos encontramos con gentes y hábitos distintos, con escasas tradiciones, con una vocación, yo diría, que agonista por el trabajo y este es su mérito principal, sacar, de donde no hay, ahorrar hasta el infinito, ganar, para seguir invirtiendo y trabajar más y más.
¿De qué nos viene esto a los sonsecanos? ¿Nos infundiría este espíritu la orden benedictina, que con su divisa Ora et Labora, tuvo asiento en Sonseca, seguramente por los años fundacionales?
Esta es la Castilla despoblada y yerma que vio Azorín y Machado, mísera y orgullosa, de una estirpe que ama a su tierra, que engendra unos seres telúricos, que sin comida, descalzos y famélicos, patearon el ancho mundo.
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| Escultura ecuestre del rey Alfonso VI en Toledo |
Estos "hombres de Sonseca" así los llama la refranería popular, están aquí configurando la Nueva Castilla, la que alumbró con su heroísmo, el sexto Alfonso, que al conquistar Toledo, fue dejando en estos pueblos del sur, judíos, árabes y cristianos, ya que la vocación del medievo, fue casi universalmente la convivencia de razas y credos.
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| Sonseca desde Miraflores antes de hacerse la urbanización. |
Y éste es, sin duda, el asentamiento de este pueblo, con variedad raciales y radicales, muy peculiares, integradoras de estos contornos y que juntamente, han cuajado, en el denominador común, de un espíritu indomable para la empresa y el trabajo y del que se hizo eco, Urabayen, cuando escribía "de Sonseca, son las interigencias más ágiles y emprendedoras de toda la provincia..."
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| Tradicional pastor sonsecano, Telesforo García, con su zurrón y sus perros careas. |
Veríais sus campos ásperos y duros, de encinas y de robles, abatidos por esos hombres, carboneros de Sonseca y el aprovechamiento de los escasos pastizales por los pastores, de universal fama, ¿quién no los recuerda aún? y las diminutas huertas, en cada casa una, aquí no hay ríos, ni arroyo, el valle seco, no da nada, llueve muy poco, pero se horada la tierra y cientos, miles de pozos alumbran su escaso caudal y se obtiene milagrosamente el agua benéfica que regará cientos de hectáreas, administradas y utilizadas con didicación en los amaneceres y anochecidos, para obterner verduras y hortalizas en cantidades y calidades.
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| Varios centenares de pozos con noria, éste cogido con obra, conservan restos de la maroma. |
Una naturaleza así, tendría que vencer voluntades indímitas, juntamente con una vocación artesanal, que convierte cada hogar en un taller, más tarde en pequeñas industrias, y los textiles, muebles castellanos, cerrajería y los famosos mazapanes conocidos en el ámbito nacional por su autenticidad y por una tracidión de muchísimos decenios.
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| La fabricación de mazapán comenzó en el último cuarto del XIX |
Esa fama de míseros, es pura leyenda y oculta una animaversión hacia la laboriosidad de nuestras gentes, que nunca se muestra remisa a engrosar suscripciones cuando se llama a la conciencia de cristianos viejos, y esta faceta que proviene del hondo de la historia, fue descubierta por Azorín cuando escribía en La Voluntad, que a primeros de siglo, con asombro y admiración a la vez, al oír, en la Posada Nueva de Toledo, a un arriero de Sonseca, hablar y sentir sobre la resignación y lo precario de nuestra vida, como podría hacerlo fray Luis de León o el Padre Granada.
Y todo viene a quedar, en que España, donde el pesimismo que invade a nuestras gentes, la angustia que provoca el paro, la miseria que ronda a nuestros hogares, son muy poca cosa, para los hombres que tienen fe en su propio destino, porque saben trascender y sabrán auparse sobre las dificultades.
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| En el año que se publicó el artículo, los hortelanos criaban patatas con riego por aspersión. |
Se ha publicado un libro, que se considera debe ser leído para pensar "Riqueza y Pobreza", que nos viene a decir testimonialmente, que la riqueza de un país no proviene solo de sus recursos sino de la cultura, del trabajo, de la fe y de la solidaridad, que nos hermana en el esfuerzo común de buscar soluciones que nunca estarán enmarcadas en la proletarización ni en el capitalismo inmesericorde.
Este es el mensaje de un pueblo, que sin desmayo, busca cada día nuevos horizontes, manifestando una vitalidad y una capacidad asombrosa para encontrar nuevas actividades y que en su amor a la tierra y al trabajo, o le tentó la emigración, que en tantos lugares de España dejó los pueblos vacíos.
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| Aún se suelen echan verduras cerca de los pozos con agua suficiente para criarlas. |
Yo si me veo tentado a transcribir lo que vale este pueblo toledano, con un humilde canto a Sonseca y de cuyo autor puede decirse, lo que el cura, que expurgó lo libros de don Quijote, "es gran amigo mío, es más versado en desdichas que en versos"
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| Familia Rojas Peces, carboneros de Sonseca, en Nombela a principios de los años 40. |
Pastores, carboneros de encinas
/y de robles,
gañanes, hortelanos de pozos y
/arcaduces,
arrieros, trajinantes, que bregan
/entre luces,
por la mísera tierra de yemos
/ y de alcores.
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| "Cardaores" con angorras a finales del siglo XIX |
Ruecas y batanes, cardadores,
jornaleros de porte franciscano,
avaros del día y de la noche,
hermano de la sed y del frío,
/perdedores.
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| La penúltima yunta de mulas del pueblo tirando del arado romano de Juan Peces. |
Los hombres de estas tierras
/ avasallan,
el sudor y la sangre, hondos surcos,
abrió el hierro, con chispas que restallan.
Así nació un pueblo, con
/ manos que se encallan,
blusa y zurrón, arritmias en el pulso,
en la dura meseta castellana.
Su hijo Eloy, en su pregón de Ferias y Fiestas de 1987, nos dijo:
"Sonseca, pueblo emprendedor de empresas impensables".
