Puede ser un año de recapitulación, de volver la vista atrás y recordando el camino andado, sentirnos satisfechos. Se puede considerar una tradición consolidada con sus años mejores y no tanto, sobre todo, dependiendo de los voluntarios disponibles para llevarlas a efecto. Afortunadamente, siempre han salido adelante, incluso, en la famosa pandemia.
Comienzo a escribir esta entrada la víspera, con el propósito de animar a colaborar, participar en el proceso de realización en las calles y plazas, repartir convenientemente el serrín en sus diversos colores sobre el papel con el diseño dibujado. Se reparte el trabajo a las 3 h. de la madrugada. La labor creativa ya se ha hecho por un equipo de verdaderos artistas, al igual que el tintado del serrín, cada vez más escaso, en múltiples colores.
A posteriori, desde que inicié este blog, he colaborado con la divulgación de fotografías de las alfombras y del transcurso de la procesión.
Algunos años, como fue en el 2017, también introduje algunas noticias históricas de nuestro Corpus para mayor información y disfrute.
Los años pasan y surgen hallazgos nuevos con la lectura de libros de nuestros historiadores: Manuel Ballesteros y Francisco Gil.
Como aperitivo, os quiero llevar hacia años atrás e intentar de completar con las curiosidades encontradas.
1578. Un 26 de febrero, Gabriel López Barbero contrató con la cofradía del Santísimo Sacramento la posesión y futura posible venta de una flauta de voz tenor, o chirimía, que tenía en su poder con la que acompañaba al Santísimo en sus fiestas del Corpus.
1584. Se bailaban en las fiestas del Corpus Chisti danzas de los judíos, de galanes y moriscos. Iban vestidos con calzas, mangas, zapatos, cascabeles, sayas y otras apariencias como podían ser caretas; se alquilaban cada año. Para estos actos se puso un entarimado en la plaza que costó montarlo 39 días de trabajo y un gasto de 104.236 maravedíes.
La cofradía de Santísimo Sacramento agasajó a los clérigos y autoridades con seis libras de peladillas.
1942. Con el párroco don Joaquín María González de la Llana se crearon las damas del Pilar y los caballeros de Santiago. También se creó la cofradía de Marías del Sagrario. Su misión era visitar los sagrarios abandonados de los pueblos de alrededor (Chueca, Ajofrín, Mazarambroz...) con ánimo de inculcar la costumbre en los habitantes de estos pueblos con ayuda de folletos escritos. Solían ir andando. Las cofrades, unas cuarenta, tenían el privilegio de poderse decir una misa en sus casas en caso de enfermedad grave.
1943. El párroco, don Joaquín María González de la Llana, mando confeccionar una custodia para el Santísimo, de que la aún gozamos, con las alhajas donadas por los sonsecanos y especialmente, sonsecanas.
Continuará, Dios mediante.