Campana sobre campana
y sobre campana una
asómate a la ventana
verás el niño en la cuna
Belén, campanas de Belén
¿qué nuevas me traéis?
Recogido tu rebaño
¿a dónde vas, pastorcito?
voy a llevar al portal
requesón, manteca y vino
Belén, campanas de Belén
que los ángeles tocan
¿qué nuevas me traéis?
Campana sobre campana
y sobre campana dos
asómate a la ventana
porque está naciendo Dios.
En esta fechas navideñas, cuando canto el popular villancico, asocio, visualizo las campanas del pueblo y sucesivamente recorro el pasado de éstas, su historia, que he leído en algunos textos escritos.
Les ofrezco unas noticias que he ido recopilando, como yo suelo hacer, por orden cronológico. También rescato de mi archivo algunas fotos, que ilustrarán esta entrada tan sonora.
Ya publiqué en este blog: EL LENGUAJE DE LAS CAMPANAS uno de mis primeras entradas el 29 de julio del 2009, que pueden buscar con facilidad en el apartado CURIOSIDADES.
Hay que remontarse al 1653 para encontrar la primera noticia relacionada con las campanas. Se rompió una pequeña y la arregló el toledano Pedro López con un costo de 23.600 maravedíes.
Dos años después, en 1655, se compraron una campana y un órgano para la iglesia con dinero de la cofradía de Santísimo Sacramento.
Al campanero Gregorio de Barrera le encomendaron la fundición de la campana mayor de la Villa en 1679. Su costo fue de 78.200 maravedíes.
En 1730, se hicieron dos campanas para la iglesia parroquial con un costo de 9.627 reales. La cofradía de la Virgen de los Remedios, en la reunión del 5 de junio, menciona la existencia del patronato de bienes, independiente, le solicita ayuda para arreglar estas campanas. Las fabricaron don Alejandro Gallardo y don Pedro Quintana, naturales de Arnuero (Cantabria).
En Casalgordo se fundió una campana para hacerse nueva por haberse quebrado siendo mayordomo don Manuel García-Comendador.
Un año después, 1731, se construyó un pequeño campanario en la capilla mayor de la iglesia, encima de la puerta lateral del cementerio, para poner un cimbalillo. Su costo fue de 2.060 maravedíes. Lo pagaron las cofradías de la Virgen del Rosario 1/3 y los 2/3 restantes la cofradía de la Virgen de los Remedios por orden del Concejo de Administración del Obispado.
En este año, Casalgordo contaba con solo cuatro vecinos y su cura mandó hacer un sagrario para el altar mayor.
En 1755, llegó hasta Sonseca el 1 de noviembre el conocido terremoto de Lisboa, sin víctimas, pero con daños materiales. Además, se quebró una campana por un golpe de aire. Se compró una nueva y hasta 1775 no se colocó en la torre.
La vispera de la Concepción (8 de diciembre) de 1792 se volvió a quebrar la campana mayor dedicada a san Juan Evangelista. Francisco Mazorra de Pradillo dirigió la fabricación de la nueva campana, seguramente en Cantabria.
Se puede leer: “Siendo cura de esta iglesia el Licenciado don Sebastián García Galiano y Mª y Fª (mayordomo de fábrica) Julián García de Blas”. En la parte superior de la campana también reza: “1792 Nª Sª de la Concepción y San Sebastián, Ora pro nobis”. Está colocada en el lado sur de la torre.
Es la única que permanece después de la Guerra Civil de 1936.
En 1814, por el recibo del prior del convento de Recoletos de Maqueda sabemos que se pagaron 1.740 reales por dos campanas del mismo con destino a la iglesia parroquial de Sonseca.
Siendo párroco de Sonseca don Constantino Pérez y Gómez, llevaba un par de años, en 1888, se recolocaron bien las campanas de la torre de la iglesia en sus arcos. Casiano Martín de la Torre fue su maestro de fábrica. Ese mismo año se construyó la nave de la ermita de la Virgen de los Remedios al quedarse pequeña.
El párroco don Joaquín María González de la Llana consiguió en 1942 la colocación de nuevas campanas en la torre. En la situada al norte se puede leer: "Nuestra Señora de los Remedios. Sonseca. Siendo cura propio don Joaquín G. de la Llana, costeada por don Juan Manuel Fernández-Cabrera y otros donativos del pueblo. Santa Cruz. Mora Toledo. Año 1942".
En ese año, la cofradía de san Antón compró una nueva imagen del Santo por 650 pesetas. La papeleta de la rifa del cerdo costaba 0,25 pesetas.
En 1945, se instalaron las campanas de la ermita de la Virgen de los Remedios hechas en una fundición de Mora de Toledo.
Una campana nueva se instaló en la ermita de san Gregorio en 1953.
Tres nuevas campanas se incorporaron a la torre parroquial en el 2007.
En el 2019, se colocó esta campana de la foto en el pequeño campanario construido en 1731. Fue bendecida por el párroco, don José Carlos Arellano Ortega, el 29 de junio con el nombre de Purísima Inmaculada.
Fuentes documentales:
Memorias y curiosidades de la Historia de Sonseca de Manuel Ballesteros Peces.
Sonseca, órgano de información parroquial, diciembre 1957
Otros datos sobre las campanas buscados en Internet.
El origen de las campanas es muy difícil de establecer, siendo opinión generalizada la que atribuye la mención de las campanas a la Campania (Italia), por haberse empezado a fundir allí las campanas más grandes y de más calidad de bronce.
El uso de las campanas para anunciar cualquier acontecimiento es muy antiguo, pero en la Iglesia comenzaron a usarse en un tiempo relativamente tardío. Tanto es así, que en la Iglesia Occidental no aparece hasta el siglo VII y en la Oriental no antes del siglo IX, apareciendo las primeras campanas en Santa Sofía de Constantinopla.
El aviso para los Oficios Divinos, en los primeros siglos, se hacía de viva voz; parece que existieron unos diáconos (“cursores”) que avisaban de casa en casa. Posteriormente, aparecen otros instrumentos de convocatoria, como tabletas o láminas de madera, una barra de metal, bocinas o trompetas.
Cuando se pusieron en uso las campanas, no había más que una en cada iglesia, multiplicándose posteriormente. Al crecer el número de campanas como su volumen, se vio la necesidad de construir torres para colocarlas debidamente y para que la sonoridad de las mismas pudiera esparcirse más.
Durante los años 604 a 606, por una disposición canónica, se mandó que en todas las iglesias católicas se colocaran campanas que tocaran en los Oficios Divinos. Esa disposición establece también que las catedrales tengan cinco o más campanas, las parroquias dos o tres y las iglesias de oratorias particulares sólo una.
En los Concilios celebrados en 1584, 1585 y 1590, prohibieron que las campanas se destinasen a otros usos que los religiosos; pero en el siglo XVII, la Congregación de Obispos dispensó de tal prohibición en casos de utilidad pública.
Texto extraído de www.descubresanabria.com
Gracias un año más, "zurronero" por abrir la ventana de este sencillo blog para "sonsecanear" compartiendo trocitos varios de lo cercano, lo del pueblo y ...
En NAVIDAD se me ocurre:
Revitalizar el niño que todos llevamos dentro.
Llenarnos de esperanza para afrontar lo mejor posible, el más que nunca, imprevisible 2022.
¡CUIDAOS!
Ya sabéis los refranes:
Hombre prevenido vale por dos.
Más vale prevenir que curar.
