JESÚS JIMÉNEZ, UN SONSECANO QUE MANTUVO SU EMPRESA DE TEXTIL HASTA LOS 75 AÑOS

     Breve semblanza de un hombre sencillo

     

  A primeros del mes de Marzo de 2.018, moría Jesús Jiménez, un pequeño empresario que con su cotidiano trabajo contribuyó a que el pueblo de Sonseca fuera considerado como "la pequeña Cataluña" por su laboriosidad y volumen de géneros que facturaban.

Loyalty, marca comercial de Jesús Jiménez, son unas islas de la Melanesia.

       Jesús era un hombre sencillo, había nacido en una familia humilde y trabajadora. Su padre al principio era "cardador" en una fábrica de paños y su madre una hacendosa costurera y ama de casa; él era el menor de los dos hijos del matrimonio. Desde pequeño mostró una marcada inclinación por los números, por lo que sus padres, cuando acabó el Bachillerato, lo enviaron a Madrid a estudiar. Se hizo contable.

       En esos tiempos de estudiante se brindó la oportunidad de hacer unos Cursillos de Cristiandad, dirigidos por Don Manuel Aparici, de los que salió con el compromiso de que debía hacer algo por los demás. Durante esos años visitaba el Hospital de Tuberculosos en donde, por entonces, había muchos jóvenes hospitalizados; con alguno de ellos se estuvo carteando durante mucho tiempo después. Su crucifijo de Cursillista se lo llevó a la tumba con su cuerpo inerte.

       Su primer trabajo fue en la "Imperial Toledana" como contable. Allí fue muy apreciado y querido por sus jefes con los que conservó siempre una entrañable amistad.

       Salió de allí para casarse y lo hizo con una mujer que le venía como anillo al dedo, pues al igual que él era muy trabajadora y emprendedora. Juntos decidieron dar continuidad y ampliar la pequeña empresa de géneros de punto que los padres de Jesús habían fundado, dando trabajo en ella a más de 20 familias.

       Dios no les concedió hijos; pero ellos, en su deseo de compartir, buscaban siempre la oportunidad de reunir en su casa a toda la familia en torno a una gran paella con motivo de cualquier evento. Era generoso.

       Era un hombre de aspecto apacible y sereno. Nunca se le vio malhumorado ni enfadado, podríamos decir que su virtud principal era la ecuanimidad, siempre se le encontraba igual, optimista al máximo, cualquier idea que se le ocurriera, la ponía en marcha sin pensar más.

       Perteneció a la Adoración Nocturna desde muy joven y en los últimos años desempeñaba el cargo de Secretario. Con los sacerdotes de la Parroquia siempre tuvo una relación de gran confianza, hasta el punto de que el Párroco tenía una llave de su chalet, para cuando algún sacerdote quisiera ir allí a bañarse, a descansar, a meditar... Uno de los Vicarios que vino a la Parroquia, mientras había obras en la Casa Parroquial, fue acogido en su casa como un hijo durante varios meses.

Jesús Jiménez construyó su empresa en el centro del casco urbano de Sonseca, en la calle Arroyada.

      
    Por su trabajo como Empresario Individual fue galardonado por la Federación Empresarial Toledana en el 1.997.

       Cuando, al final de su existencia, la enfermedad lo visitó, supo aceptarla con toda normalidad, sin perder nunca su tono apacible y siempre que se le preguntaba cómo estaba, se sonreía y decía: ¡Bien!

       Los últimos meses los pasó en una Residencia de Ancianos junto a su esposa.

       Sencillamente vivió; sencillamente murió.

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  Jesús Jiménez colaboró varios años en los Programas de Ferias y Fiestas con texto de temas variados.  Hace 50 años, en el 1968 escribió el siguiente, al que me atrevo a ilustrar con fotos de archivo

     REALIDAD Y ELOGIO

   Viniendo por carretera, vemos un pueblo castellano, que se nos presenta de manera sorprendente en la bajada de una casilla y tras un recorrido de 24 kilómetros, desde la capital de la provincia, o también en otra bajada, después de haber hecho nueve kilómetros, que son los que le separan de su partido judicial, Orgaz.

Sonseca en el segundo milenio. El pueblo está ubicado en un valle inclinado hacia el Este.

  Por tanto, su situación geográfica es un valle colocado en el centro de la provincia, y por ende en el de la Península Ibérica.

   Pero nada más llegar, se comprueba, que su pequeño horizonte territorial es contrapunto de otro aéreo, grande, ganado por su laboriosidad hasta alcanzar la aureola de una fama que traspasa todas las fronteras...
  
                    SONSECA - TOLEDO - ESPAÑA

   La realidad es, por tanto, que nos encontramos en un pueblo eminentemente industrial y bullicioso, que resulta entrañable a sonsecanos, toledanos y a todos los españoles y que se distingue por sus características propias.

    ¿POR QUÉ ES ASÍ?  ¿POR QUÉ ESTA DISTINCIÓN? ...

   Pues sencillamente, porque sus pobladores desde tiempos remotos, se afanaron en una industria que endulzara el mundo:
    LA FABRICACIÓN DE EXQUISITOS MAZAPANES Y PASTAS MARQUESAS.

Anuncios en la prensa nacional de las fábricas de mazapanes de Sonseca.

   Posteriormente y a título de emporio, los sonsecanos concibieron la creación y puesta en marcha de una potente industria, que rápidamente se ha entendido con todas las lenguas y se ha abierto  a todos los mercados:
SUS MUEBLES DE ESTILO ESPAÑOL.

A principios de los años 60,  en Sonseca surgió una potente industria del mueblo castellano.

    También destaca su industria textil con fábricas de hilaturas y su prodiga expansión en género de punto, en infinita variedad de prendas exteriores.

La industria textil en Sonseca se remonta a finales del siglo XVI.

   Existen fábricas de chocolate, galletas, caramelos, harinas, mataderos, aceites, vinos, calzados, piensos, construcciones metálicas, granjas agropecuarias, etc.

Vinos producidos por la Cooperativa Vitivinícola Virgen de los Remedios.

    Su crecimiento demográfico es notorio y a mayor ritmo se expansiona y construye.

Doroteo Rodríguez y Esteban Martín fabricaron el primer carro con neumáticos de caucho en Sonseca.

   SONSECA es, en un horizonte abierto, que habla de actividad, progreso, bienestar, como resumen y conjunto de todas sus virtudes.
   Deseamos, que pronto, sea emporio de grandeza y cultura, y cada día brille más en el concierto ciudadano de nuestra geografía.