Retablo parroquial de Sonseca de principios del siglo XX |
Los Velascos, padre e hijo, además de pintar las tablas y algunas desaparecidas durante la Guerra Civil, fueron los que hicieron el estofado y dorado del retablo tallado por Pedro Martínez de Castañeda.
Luis de Velasco nace en Toledo hacia 1530 y muere en 1606 y trabajó desde 1555 hasta 1603.
Más información de su vida en la entrada de este blog BIOGRAFÍA: LUIS DE VELASCO PINTOR DEL RETABLO PARROQUIA.
Jesús orando y a sus pies, dormidos, a Pedro, a Santiago y a Juan.
En el extremo
superior derecho un ángel confortando al Maestro en clara alusión al versículo
43 del capítulo 22 del Evangelio de San Lucas.
También nos
relatan este hecho los evangelistas San Mateo en el capítulo 26 versículos del
36 al 46. San Marcos
Capitulo 14
versículos 32 al 42. y San Juan
Capitulo 18 versículo 1.
JESÚS
RESTITUYENDO LA OREJA AL CRIADO MALCO
San Mateo,
nos narra.”Y Jesús le dijo: Amigo,¿a que vienes? Entonces llegaron, y
echaron mano á Jesús, y le prendieron.
Y he aquí, uno de los que estaban con Jesús,
extendiendo la mano sacó su espada, é hiriendo á un siervo del pontífice, le
quitó la oreja.
Entonces Jesús le dice: Vuelve tu espada á su
lugar; porque todos los que tomaren espada á espada perecerán. Capitulo 26
versículos 50, 51 y 52. San Juan nos
dice. Entonces Simón Pedro, que tenía una espada, sacóla, é hirió al siervo
del pontífice, y le cortó la oreja, derecha. Y el siervo se llamaba Malco.
Recoge el
momento en que Jesús es atado a la columna con bastante fuerza. Obsérvese la
palanca que hace quien lo está atando con su pie izquierdo mientras los otros
cuatro personajes que hay a su alrededor asienten. Se aprecia a Jesús a´que han
despojado de sus vestiduras para ser azotado y al que después enviarán a la
cruz, San Marcos capitulo 15 versículo15.
Nombre
femenino que deriva de la palabra latina “vero” y de la palabra
griega “eikom” , su significado es “aquella que es la verdadera
imagen”. Todos los datos que existen sobre Santa Verónica pertenecen a la
leyenda. Es la mujer que ofrece a Jesús su velo para secarse el rostro mientras
realizaba el camino del calvario cargando la cruz. Al recoger el velo. Verónica
vio la cara de Jesús impresa sobre su velo. Justo encima de la Verónica se
encuentra María, la Madre de Jesús, y detrás San Juan con la mirada hacia las
alturas. Tras el madero un hombre con una soga al cuello.
José de
Arimatea, Nicodemo, María, la madre de Jesús, María, la madre de Santiago el
Mayor y de José, María Magdalena y San Juan (otra vez con la mirada en las
alturas), dan sepultura al cuerpo de Jesús. En la parte inferior se puede ver
el frasco con los aromas que debía ser ungido según la costumbre judía.
San Marcos, dice “Y cuando fue por la
tarde, porque era la preparación, es decir la víspera del sábado. José de
Arimatea, senador noble, que también esperaba el reino de Dios, vino y
osadamente entró a Pilato, y pidió el cuerpo de Jesús. Y Pilato se maravilló de
que fuese muerto; y haciendo venir al centurión, pregúntole si era ya muerto. Y
enterándose del centurión, dio el cuerpo a José. Capitulo 15
versículos 42, 43 , 44 y 45. Mateo 27.
57. Lucas 23. 50 y Juan 19. 38 y siguientes.
Aquí vemos a Jesús con un cuerpo perfecto,
frente a las otras pinturas donde aparece débil. Arriba a la derecha están
Abraham, Moisés y San Juan Bautista. Abajo a la izquierda están siete ángeles. uno con un látigo o azote a la bandolera, otro
con una espada. Símbolos del sufrimiento pasado por Jesús. En el centro hay un reclinatorio o mesita con
un libro abierto, que bien pudiera ser la Torah o la Ley, como si Jesús le rozase o pisase. Si nos fijamos en María, la vemos
con una leve sonrisa. Como diciendo. Este es mí Hijo este es mi Dios.
Situado en
el medallón superior izquierdo del retablo. San Juan en el capitulo 19 versículos 4 y 5. “Entonces Pilato salió
otra vez fuera, y les dijo: He aquí, os lo traigo fuera, para que entendáis que
ningún crimen hallo en él.
Y salió Jesús fuera, llevando la corona de
espinas y la ropa púrpura. Y les dice Pilato: He aquí el hombre.
(ECCE HOMO)
Situada en el medallón superior derecho de nuestro retablo. En un primer plano vemos a María apenada, angustiada; detrás de Ella hay dos personajes, uno de los cuales es San Juan, que al igual que en la Sepultura de Cristo está mirando al Cielo.
San Lucas, nos relata en el capitulo 2 versículos 34 y 35 ,”Y los bendijo Simeón, y dijo á su madre María: He aquí, éste es puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel; para señal a la que será contradicho.
San Lucas, nos relata en el capitulo 2 versículos 34 y 35 ,”Y los bendijo Simeón, y dijo á su madre María: He aquí, éste es puesto para caída y para levantamiento de muchos en Israel; para señal a la que será contradicho.
Y una
espada traspasará tu alma de ti misma, para que sean manifestados los
pensamientos de mucho corazones
Los dos medallones están flanqueados por dos ángeles que los sustentan, y otros dos angelitos que los abrazan por la parte superior. Sobre ellos hay floreros platerescos.
Las pinturas de los Velascos se entroncan estilísticamente en el retablo de Martínez de Castañeda de la manera más armoniosa, al pertenecer su estilo al periodo post-rafaelesco.
Según Mateo, Isabel y López-Yarto, Amelia en su libro PINTURA TOEDANA DE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVI, publicado por el CSIC: "Velasco muestra, por primera vez, evocaciones de El Greco en algunas cabezas de ancianos, mientras que a los efectos de luz no le son ajenos los manieristas italianos de El Escorial.
El desnudo anatómico está muy bien tratado, pudiéndose emparejar su monumentalidad con la de Carvajal.
La pintura de la Resurrección es una de las más bellas composiciones toledanas de aquellos años, evocadora de algunos artistas madrileños del XVII, como carducho. Aunque el estilo guarda unidad, se ha considerado la participación en él del hijo de Luis de Velasco, Cristóbal de Velasco"
El texto es obra de José Luis López Pérez, q. e. p. d. Fue publicado en el programa de Ferias y Fiestas del 2008.
Las fotografías son obra de Gregorio Barbero Sánchez, que nos las ha cedido gentilmente.
Los dos medallones están flanqueados por dos ángeles que los sustentan, y otros dos angelitos que los abrazan por la parte superior. Sobre ellos hay floreros platerescos.
Las pinturas de los Velascos se entroncan estilísticamente en el retablo de Martínez de Castañeda de la manera más armoniosa, al pertenecer su estilo al periodo post-rafaelesco.
Según Mateo, Isabel y López-Yarto, Amelia en su libro PINTURA TOEDANA DE LA SEGUNDA MITAD DEL SIGLO XVI, publicado por el CSIC: "Velasco muestra, por primera vez, evocaciones de El Greco en algunas cabezas de ancianos, mientras que a los efectos de luz no le son ajenos los manieristas italianos de El Escorial.
El desnudo anatómico está muy bien tratado, pudiéndose emparejar su monumentalidad con la de Carvajal.
La pintura de la Resurrección es una de las más bellas composiciones toledanas de aquellos años, evocadora de algunos artistas madrileños del XVII, como carducho. Aunque el estilo guarda unidad, se ha considerado la participación en él del hijo de Luis de Velasco, Cristóbal de Velasco"
El texto es obra de José Luis López Pérez, q. e. p. d. Fue publicado en el programa de Ferias y Fiestas del 2008.
Las fotografías son obra de Gregorio Barbero Sánchez, que nos las ha cedido gentilmente.