martes, 13 de marzo de 2018

LA QUEMA DEL JUDAS, UNA TRADICIÓN SONSECANA

  Tereso Hidalgo Poza cuando estudiaba 5º de Humanidades realizó un trabajo sobre la vida tradicional en Sonseca. Uno de sus apartados es el relacionado con la Quema del Judas, que nos lo ha cedido gentilmente para su mayor divulgación por este blog, siempre abierto a colaboradores que nos puedan descubrir pinceladas de nuestra cultura autóctona.

   Cuando según las normas eclesiásticas la misa de Resurrección de Jesucristo se celebraba el llamado "SÁBADO DE GLORIA", que solía ser a media mañana, esta era cantada, y al llegar al Gloria, mientras el coro lo cantaba a varias voces, las campanillas de los monaguillos no cesaban de tocar.
   Entre tanto, el sacristán echaba las campanas al vuelo y, a nivel particular, no faltaba quien tiraba cohetes e incluso tiros de salva con su escopeta. De lo que se trataba era de hacer llegar a todos la nueva y gran noticia de que Cristo había resucitado.
   ¡Aleluya! Había acabado la tristeza de la Pasión de Jesús y llegaba la alegría del triunfo de Cristo sobre la muerte: la Resurrección.
   Como todos sabemos, Judas había sido el traidor que entregó al Maestro y después se ahorcó. 
   En Sonseca, era costumbre preparar en las diversas plazas del pueblo una especie de muñecos o peleles hechos con ropas viejas, rellenos de paja, que se sujetaban a un alambre, colgándolos del cuello; estos por dentro solían llevar colocados petardos.
   En el preciso momento de tocar a gloria, cuando el alboroto de campanas, cohetes era mayor, la persona encargada de prender fuego al "Judas", mientras los muchachos que le rodeaban hacían sonar, lo más fuerte posible, provistos de cencerros o collares de campanillas, competían entre ellos para ver quien daba más ruido.
   El punto del pueblo de la quema del "Judas", era la plaza de la puerta de la iglesia parroquial. La quema no se hacía hasta que no finalizaba la misa. Todo el público congregado en el templo salía y los que acudían lo presenciaban. 

   A mediados de los años 60 del pasado siglo, Pepa Sánchez hacía verdaderas esculturas artesanas, familia de Judas, rellenando prendas usadas para quemar en su barrio Malpica el Sábado Santo. También invitaba a tostones y cañamones a la vecindad.

   Pero no era el único lugar donde preparaban "Judas", también en otras plazas: Majuelos, Pozobueno, Oteruelo, Malpica... Cuando los chicos, que rodeaban un "Judas", consideraban que ya estaba suficientemente quemado, estaba toda la ceniza en el suelo, iniciaban un rápida carrera hasta otras plazas para intentar ver las quemas de otros "Judas" antes de que se quemaran del todo. No siempre conseguían su propósito.
   Con el tiempo, la Iglesia varió la liturgia y la celebración de la Resurrección. Esta pasó a ser por la noche, y más tarde,  a partir de las doce, inicio del Domingo de Resurrección.
   Esta costumbre ha dejado de practicarse con asiduidad. En la plazoleta Majuelos, esta costumbre perduró hasta mediado de los años 70 del pasado siglo. El que escribe lo puede afirmar porque yo era uno de aquellos chicos que hacíamos con gran entusiasmo el muñeco con su esqueleto de madera. Se le vestía con ropas viejas del baúl de los recuerdos, aquellas que se guardaban para estas ocasiones. Se le llenaba de serrín (en esos años abundante en los talleres de muebles) y dentro metíamos los cohetes. Prendíamos el fuego que a su vez prendía la mecha con lo que los estampidos que se producían eran impresionantes.

Quema del "Judas" en año 1991 en el barrio cercano al campo de fútbol un Sábado Santo por la tarde.

   La costumbre no ha desaparecido totalmente, todavía hay en algunos barrios que los hacen esporádicamente.

En el 2017 todavía algunos se animaban a quemar el "Judas".


  Una tradición a mantener para las nuevas generaciones.
   Desde este blog nuestro granito para que así sea.
CONTINUARÁ 

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EL OTRO tiempo DE UN PUEBLO...

DE BUEN NACIDOS ES...


Gracias amigo visitante por compartir este paseo por esta singular visión de mi pueblo, fruto de inquietudes recopiladoras desde...

Gracias, por ocupar parte de su tiempo en descubrir estos retazos, fragmentos, pinceladas de un laborioso pueblo como Sonseca, que ha demostrado a lo largo de su Historia saber superar con inteligencia creadora y ejecutiva las circunstancias más desfavorable.

Gracias, por leer y observar mis "entradas" metidas a golpe de corazón, como intuyendo lo que nos une y nos anima a seguir ampliando nuestros límites personales afianzando lo que somos y de donde venimos.

Disculpas por las erratas que siempre lleva un texto escrito aunque se haya realizado con lo mejor que uno ha aprendido.
























































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































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