jueves, 29 de octubre de 2015

DIOS EN MI VIDA

El sonsecano GERMÁN GUERRO PECES, nos comunica negro sobre blanco su experiencia religiosa.


   En  agosto del 2012, fr. el también sonsecano y amigo del autor Juan Javier Martín Hernández, ocso
Abad del Monasterio Cisterciense de San Isidro de Dueñas, la Trapa del hermano Rafael, escribía estas palabras en el prólogo del libro que reseñamos:
 " Acercarse a la experiencia de Dios de alguien es pisar terreno sagrado y por lo tanto hay que descalzarse y hacerlo con la mayor reverencia posible; esto es lo que ocurre cuando te acercas a "Dios en mi vida" de Germán"
   "Darse cuenta del paso de Dios por la propia vida, descubrir la huella que su amor deja en la historia personal es el inicio de la vida espiritual. Porque de todos es sabido que Dios pasa, que Dios actúa de muchísimas maneras, a veces de forma sorprendente y espectacular y otras de manera sencilla y cotidiana como es el caso del escritor que tienes en tus manos"
"Ojalá que tú, quien quera que seas, que lees esto, puedas descubrir el paso de Dios por tu vida y que la caricia de su amor te mueva a adorar, dar gracias y testimoniar que Dios y su infinito amor se derrama sobre la humanidad".

   De la introducción del autor, entresaco dos párrafos: 
   " El dar a luz a esta criatura tiene para mí un valor sentimental muy grande. Puede parecer un poco atrevido, de mi parte, utilizar estas torpes líneas para desnudar mi alma y mostrarla tal cual a los hermanos. Sin embargo el Señor - que se vale muchas veces de pobres instrumentos para que lo anunciemos -  ha querido regalarme el tiempo y la vida suficiente para ver cumplido un poquito su deseo. No seré yo quien lo defraude".
   "Siempre he intentado leer los acontecimientos de mi vida a la luz de la fe, para conocer su plan amoroso y providente sobre mí y sobre los míos. Algunos de los textos del libro van por esos derroteros. Otros conducen a la contemplación, a la admiración de los misterios divinos".

   "BUSCAD Y ENCONTRARÉIS" (Mt 7.7)
   "Doy por sentado que la mayoría de las personas nos hemos tropezado alguna que otra vez con nuestro propio misterio. Preguntas como: ¿quién soy? ¿de dónde vengo? ¿a dónde voy? ¿cuál es la razón de mi existencia? han brotado con toda naturalidad de lo más profundo de nuestro ser.
   Es muy probable que en intento por desentrañarlas más de uno se haya desanimado al no conseguir respuestas satisfactorias a esas preguntas. Todos - o mejor dicho - casi todos creemos que estamos aquí para algo. Cosa bien distinta es tener la seguridad y la certeza de haber dado en la diana sobre el verdadero sentido de nuestra vida.
   Y es que conocer la verdad del misterio del hombre con nuestra sola razón ha sido, es y será siempre garantía de error; de amargura, de finitud, cuando no de tedio o de fracaso.
   ¿A quiénes va dirigida esta reflexión? Por un lado a aquellos que habiendo no pocas veces intentando encontrar la VERDAD, desanimados, han desfallecido en su propósito. A estos que han tirado la toalla tantas veces les anima a dar un nuevo impulso a esa búsqueda. Este objetivo bien merece la pena.
   Por otro lado a quienes han tenido la dicha de conocerla pero la han menospreciado, para que se avive en ellos el deseo de recuperar el tiempo perdido y no tengan que lamentar algún día el error en el que han permanecido viviendo cuando sientan que ya es demasiado tarde. Uno puede hacer crecer a los demás lo contrario pero nunca puede engañarse a sí mismo. 
   La motivación que ha de encauzar esa búsqueda vital y gozosa ha de ser fundamentalmente la de dar respuesta a nuestra existencia para que una vez seguros de haberla hallado la llevemos a su plenitud.
   Permitidme este, seguramente, torpe ejemplo: Es como si una máquina diseñada por su creador para producir un determinado objeto produjera otro para lo que no fue fabricada.
   - Todo el que es de la verdad escucha mi voz.
      Le dice Pilato: ¿Qué es la verdad?
                                       (Jn 18, 37-38)

 Resucitado de la parroquia de Sonseca. Procesión domingo de Resurrección


   La VERDAD es CRISTO RESUCITADO. En cuanto seamos capaces de vivir en plenitud la misma vida de Cristo podremos dar sentido a todo lo que fuimos, somos y seremos". 

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EL OTRO tiempo DE UN PUEBLO...

DE BUEN NACIDOS ES...


Gracias amigo visitante por compartir este paseo por esta singular visión de mi pueblo, fruto de inquietudes recopiladoras desde...

Gracias, por ocupar parte de su tiempo en descubrir estos retazos, fragmentos, pinceladas de un laborioso pueblo como Sonseca, que ha demostrado a lo largo de su Historia saber superar con inteligencia creadora y ejecutiva las circunstancias más desfavorable.

Gracias, por leer y observar mis "entradas" metidas a golpe de corazón, como intuyendo lo que nos une y nos anima a seguir ampliando nuestros límites personales afianzando lo que somos y de donde venimos.

Disculpas por las erratas que siempre lleva un texto escrito aunque se haya realizado con lo mejor que uno ha aprendido.
























































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































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