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Día
21/10/2014
La confitería, abierta desde 1927, emplea a 700
empleados y exporta el 20 por ciento de sus elaboraciones a más de 70 países
La confitería
Delaviuda, instalada en la localidad toledana de Sonseca desde 1927, emplea
en la época de máxima producción a más de 700 empleados, y exporta el 20 por
ciento de sus elaboraciones a más de 70 países, lo que favorece que el 46
por ciento de los ingresos los obtenga de España. Estos datos los ha aportado
el consejero delegado de Delaviuda, Manuel López
Donaire, en una intervención a los medios de comunicación con motivo de la
visita que ha realizado la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de
Cospedal, a la fábrica de Sonseca.
Cospedal ha resaltado la
importancia de la diversificación de la producción en momentos como los
actuales, donde las empresas compiten en un mercado global y, por ello, ha
valorado las más de 25 líneas de producción que incluyen tanto productos
novedosos como los más tradicionales y que aportan nuevos atractivos para el
cliente. Todo ello, bajo una marca de calidad que es referencia para toda Castilla-La Mancha y para
España.
«Ojalá
tuviéramos muchas empresas como la que hoy visitamos», ha considerado la
presidenta, quien ha valorado no sólo las dimensiones de la fábrica y la inversión
de 30 millones de euros en los últimos años, sino también «la voluntad de
mejorar, diversificar el producto, estar a la altura del producto, combinar la
tradición con la innovación a la hora de ofrecer productos nuevos y de dar al
cliente lo que necesita». Asimismo, ha resaltado que en esta empresa
familiar se cuenta con un «equipo técnico de trabajadores y empleados de
primera división», que desarrollan su trabajo «en un ambiente laboral
excelente», por lo que ha considerado que ese buen ambiente en el trabajo y el
reconocimiento a la labor que realizan forman el compendio que hace ser «una
buena empresa».
«Esta
empresa es un ejemplo de la imagen de marca de calidad que Castilla-La Mancha quiere
conseguir en todo lo que hace: en productos de confitería, agroalimentación,
bienes de equipo o servicios».
Por su
parte, el consejero delegado de Delaviuda -nieto del fundador- ha desgranado
las «cuatro prioridades estratégicas» de esta empresa, que sitúa en
primer lugar la internacionalización, pues ha informado de que hoy en día el 46
por ciento de los ingresos de esta empresa proviene de fuera de España.
Internacionalización y diversificación.
La
internacionalización, que para López Donaire no es una opción para que
una empresa sea sostenible, va «más allá de exportar, es un proceso que afecta
a todo el conocimiento de la cadena de valor», ha resaltado el consejero
delegado, que ha advertido de que «difícilmente una empresa se puede
internacionalizar si todas las personas no tienen conocimientos para poder ser
globales».
El segundo
principio rector de esta empresa es la diversificación y para ello, es
necesario «invertir en el conocimiento de los mercados».
De hecho, Delaviuda produce a día de hoy 150 productos diferentes, que exporta a más de 70 países del mundo, como México, la zona del Caribe, Estados Unidos, Francia y los países árabes, y en los que se vende el 20 por ciento de la producción.
Entre las
novedades incorporadas este año al catálogo de Delaviuda se encuentran los
huesos de santo, la tarda «Red Velvet», una taza Disney y un el panetone
de frutos rojos.
A pesar de
todas estas novedades, el producto más vendido es el turrón blando y, en
segundo lugar, el turrón duro. La tercera prioridad de esta empresa es la
plantilla, de forma que «todos los recursos humanos son la ventaja competitiva
para diferenciar» la marca. Delaviuda da empleo a lo largo de todo el año a 130
personas y en las épocas de máxima producción, que va desde septiembre hasta
mediados de noviembre, se da trabajo a más de 700 personas. La sencillez y
«reducir la complejidad» es el cuarto pilar del grupo Delaviuda, de la que
también forman parte la marca El Almendro y Monerris Planelles