jueves, 22 de abril de 2010

Una visión de Sonseca en 1953

"Sonseca fue siempre solar de hidalguía, Cátedra del buen saber y Escuela de buenas costumbres"
   
   En el programa de Ferias y Fiestas de 1953, 
Don Manuel López Rielves escribía una personal visión sobre Sonseca, que me permito transcribir en parte para conocer mejor la evolución de nuestro pueblo e invitar a la reflexión sobre el momento actual de crisis económica que atravesamos, paso previo a la búsqueda de nuevos caminos que ofrezcan soluciones.


   "La tradición de nuestro pueblo queda vinculada a la Fe y al Trabajo. La primera le ha dado personalidad tan renombrada, que a finales del siglo pasado ( se refiere al XIX), el maestro Azorín, oía en la Posada Nueva, de Toledo, hablar a un labriego de Sonseca de cosas transcendentes, la vida, la muerte, la resignación cristiana, y veía, palpaba el viejo espíritu cristiano de Castilla, en aquel místico - así le llamaba - que parangonaba con Fray Luis de León y con el sapiente Padre Granada.
¡Los labriegos de Sonseca enseñando teología al mundo!...
El espíritu de trabajo se revela en la empresa titánica de convertir la nada en algo. Aquí hay también espíritu teológico, porque sin fe nada puede hacerse. Nuestro campos en la aridez casi esteparia de Castilla, sin un mal arroyo, por el esfuerzo batallador de sus hijos, ha alumbrado veneros de agua en centenares y centenares de pozos que son milagros de la fe, y ha hecho que la huerta, la madre huerta diría yo, llene el campo de verdor y el hogar de satisfacción colmada.


    Y nuestra industria, varia y múltiple, con acentos originales, artesanos, con dificultades sin cuento, hace frente a todo, para abrirse paso en los mercados de España, y al mismo tiempo que el pueblo es una colmena laboriosa, febril si queréis, triunfa y lleva al ámbito de la Patria el gigantesco esfuerzo de la virilidad ancestral de una raza que tiene fe en sí misma.
  Esta es la cantera y el venero. Vocación multisecular de afanes teológicos y enorme aptitud para hacer frente a las inevitables crisis económicas, adaptándose con fina y segura percepción a otras actividades, que determinan siempre soluciones acordes ante los complejos de las nuevas técnicas industriales.
Y ahora a nosotros ¿qué nos incumbe? Por exigencia de lealtad a nuestro pueblo el deber de explotar la cantera y canalizar en venero con auténtico señorío. Evitar a todo trance que toda una labor de siglos con sello de tradición gloriosa lo entreguemos a nuestro hijos falsificado y sin contenido espiritual. No nos los perdonarán jamás, porque con los imperativos de la historia no se juega, y Sonseca, lo que ha sido y lo que es, hay que transmitirlo a las generaciones que nos sigan en su pristina pureza.


   Vigorizar nuestro concepto religioso tradicional, honrar la memoria de nuestros mayores, amar y depurar nuestras costumbres, estimular las iniciativas de nuestros convecinos, que todos los sonsecanos se consideren implicados en una obra común de verdadera fraternidad, ya que a todos nos ha cabido la honra de nacer bajo el mismo cielo, y quiera Dios, descansar en la misma tierra.


   Abrir posibilidades para la agricultura, perfeccionando los cultivos, obteniendo mayores rendimientos, proporcionando a nuestro esforzados labriegos los elementos que les permitan marchar de acuerdo con las nuevas técnicas agrícolas, liberales de la usura, es un deber de todos, pero en particular de quien voluntariamente ha jurado servir y defender los intereses murales y materiales de un pueblo.
   Para que esta obra de exigente rigor sonsecanista no se malogre, es necesario que todos, absolutamente todos los que ocupan un sitial, no importa la altura,
se conviertan en propagadores ejemplares de un quehacer que no conozca el desfallecimiento ni el cansancio. Hay que trasmitir la antorcha, sin pausas y sin prisas, firmemente, sin desaliento ni deserciones. Eso es la tradición, todo el caudal de nuestra ascendencia, en Sonseca, de alta progenie, Dios y trabajo que se mantenga a través de los siglos con originalidad y señorío, timbres de la más alta ejecutoria.


Puedes rebuscar en los siguientes apartados:

EL OTRO tiempo DE UN PUEBLO...

DE BUEN NACIDOS ES...


Gracias amigo visitante por compartir este paseo por esta singular visión de mi pueblo, fruto de inquietudes recopiladoras desde...

Gracias, por ocupar parte de su tiempo en descubrir estos retazos, fragmentos, pinceladas de un laborioso pueblo como Sonseca, que ha demostrado a lo largo de su Historia saber superar con inteligencia creadora y ejecutiva las circunstancias más desfavorable.

Gracias, por leer y observar mis "entradas" metidas a golpe de corazón, como intuyendo lo que nos une y nos anima a seguir ampliando nuestros límites personales afianzando lo que somos y de donde venimos.

Disculpas por las erratas que siempre lleva un texto escrito aunque se haya realizado con lo mejor que uno ha aprendido.
























































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































































Seguidores