Esta instalación militar detecta explosiones nucleares de todo el mundo y su información es aprovechada por España y Estados Unidos.
Publicado en la prensa provincial en agosto de 1984. Han pasado casi 40 años.
Desde el año 1956 el nombre de Sonseca debe encontrarse en más de una agenda de los altos cargos militares del Pentágono norteamericano.
En aquel año el Gobierno español autorizó la instalación de una base meteorológica en este rincón de nuestra provincia, en virtud de los acuerdos que se firmaron con Estados Unidos.
Cuando ya han pasado casi treinta años desde aquella fecha, la base de Sonseca está siendo contestada desde diversos colectivos pacifistas.
La gota que ha colmado el vaso de las protestas ha sido la anunciada ampliación de la base y las correspondientes expropiaciones que se están realizando. La nebulosa de las dudas sobre lo que allí se "cuece" es la primera barrera con la que se encuentran los "antibase".
En el mes de junio de 1981, JESÚS FUENTES LÁZARO, a la sazón diputado de la oposición socialista en el Congreso de los Diputados, formulaba una pregunta al Gobierno sobre la existencia o no en Sonseca de unas sofisticadas instalaciones militares norteamericanas capacitadas para detectar explosivos nucleares.
JESÚS FUENTES pretendía saber si dicha base era secreta, porque se había ocultado su presencia y cuáles eran los posibles riesgos para la población de Sonseca.
Igualmente pretendía que si eso no era cierto se desmintiesen los bulos existentes al respecto. La respuesta dada por el gobierno de UCD fue que se trataba de una base meteorológica.
Tras las elecciones del 28 de octubre de 1982 y el consiguiente cambio en el ejecutivo nacional las dudas sobre la base continuaban. Ahora tomaban las riendas de la protesta los comunistas. GREGORIO LÓPEZ RAIMUNDO volvió a preguntar en 1983 sobre la existencia de dicha base y los cometidos reales de la misma.
Con fecha 18 de mayo, el secretario de Estado VIRGILIO ZAPATERO daba una respuesta por escrito a esta nueva pregunta, en la que se desmentía que existiese una "base secreta norteamericana, sino una instalación de apoyo contemplada en el convenio de Amistad, Defensa y Cooperación entre el Reino de España y los Estados Unidos de América", que recientemente había aprobado el Parlamento.
Ahora, los socialistas en el poder daban por buenas las explicaciones dada años atrás a JESÚS FUENTES; aunque hacían algunas precisiones:
"La citada instalación fue autorizada por el Gobierno español en el año 1956, pero a tenor del nuevo convenio es una estación española cuyo mando, control y vigilancia es responsabilidad del Ejército del Aire español. Los datos e información obtenidos por la citada estación son explotados conjuntamente por ambos países".
Así, en uno de los anexos de dicho convenio se especifica que la "información de interés para España que se obtenga en las IDAS dedicadas a la obtención de información deberá ser compartida en modo y tiempo útiles. Cuando las autoridades españolas lo consideren conveniente podrá participar personal español conjuntamente con el de los Estados Unidos de América en dichas IDAS"
Se reconoce la capacidad de detectar explosiones nucleares.
En su contestación a LÓPEZ RAIMUNDO daba a conocer lo que hasta ahora se puede considerar como única versión oficial de la naturaleza y utilización de la base de Sonseca.
"Se trata de una instalación de carácter netamente científico, estación meteorológica y sismológica. Los datos obtenidos en ella se refunden con las otras estaciones en otros países y son explotados en beneficio de España y Estados Unidos.
La estación está capacitada para detectar las explosiones nucleares que se producen en el mundo, con el fin de controlar el cumplimiento del tratado vigente sobre pruebas nucleares, lo cual redunda en beneficio de la paz. Por ello su carácter no es el de "secreto" y sólo se mantienen la reserva y normas de seguridad que corresponden a cualquier instalación militar. Puesto que las instalaciones son de carácter meteorológico, sismológico y de comunicaciones para la transmisión de datos, su peligrosidad es nula, como en cualquiera de las muchas instalaciones del mismo tipo que existen en España y en todos los países. Tampoco se puede considerar como objetivo en caso de guerra, pues en tal supuesto, su existencia como "control de explosiones nucleares" habría dejado de tener sentido.
De ninguna manera, conviniendo resaltar que, de acuerdo con lo anteriormente expresado, por su naturaleza científica y por su explotación conjunta, España se beneficia de una información y una tecnología avanzada, por sí solo sería de difícil y costosa obtención".
Sin embargo, estas explicaciones no dejaron contentos a los que mostraban sus discrepancias con la base.
Varios han sido los argumentos empleados. Así se considera que si la estación es de carácter sismológico, qué sentido tiene mantenerla si en Toledo existen las instalaciones del Observatorio Geofísico, que están consideradas como unas de las mejores de Europa.
Igualmente se apuntaba que si se consideraba el carácter científico de la misma, por qué no se abrían sus puertas a escolares y estudiantes para realizar visitas educativas. En fin, las dudas continuaban.
El colmo, las expropiaciones
La actual estación está asentada sobre un subsuelo de granito compacto, motivo por el que fue elegido el lugar, cubierto de una capa de tierra de reducido espesor.
Consta de una estación central compuesta por cuatro edificios, desplegados en un cuadro de 100 metros de lado y 14 detectores enterrados a 60 metros de profundidad, desplegados alrededor de la estación central hasta una distancia de 2,5 kilómetros. Cada detector ocupa un cuadrado de 30 metros de lado, rodeado de un alambre de espino y está unido a la estación central por una línea de conducción eléctrica por cable sobre soportes de madera.
"Los cercados -según la versión oficial- no son más que el medio comúnmente utilizado para evitar el acceso y el deterioro fortuito intencionado".
El día 4 de agosto pasado, un nuevo acontecimiento hizo reavivar la polémica sobre la base y puso en marcha el actual movimiento de oposición, del que no se han mantenido al margen los ayuntamientos afectados.
"La base de Sonseca iba a ser ampliada", ésa fue la noticia que corrió de boca en boca por la zona.
En dicho día, "el Boletín Oficial de la Provincia" publicaba una resolución de la Dirección de Asuntos Económicos -sección de Patrimonio del Cuartel General de Aire- por la que sometía a información pública una serie de expropiaciones forzosas de terrenos y servidumbres de paso para línea eléctrica, que afectan a 136 parcelas de los municipios de Orgaz, Sonseca, Ajofrín, Mascaraque, Mora, Los Yébenes, Mazarambroz, Noez y Burguillos.
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| Una de las perforaciones efectuadas en el término de Sonseca. |
La declaración afectaba a 10 parcelas de los municipios antes indicados y 117 expropiaciones para servidumbre de paso de líneas eléctrica, en un total de unos 25 kilómetros de red, y la instalación de más de 500 postes.
Desde ese día los comunicados en contra han ido sucediéndose. Las expropiaciones ya han comenzado y este fin de semana, en el ayuntamiento de Sonseca se ha convertido en el centro de la protesta, una oposición que no quiere una presencia militar extranjera a la puerta de sus hogares.
Quique Sánchez
