El 29 de octubre del 2024 se cumplirán, Dios mediante, 75 años de la salida desde la finca de Fuente Techada, entre Sonseca y Orgaz, del 4º y último canto de Juanelo hacia el Valle de los Caídos, Cuelgamuros.
Hace unos años, José Aguirre, ebanista de Sonseca, me dejó la fotocopia de un texto escrito por su cliente y amigo don Luis Marquina Sánchez, Doctor Ingeniero Aeronáutico Catedrático de Aeropuertos de la Universidad Politécnica de Madrid, Profesor Emérito, que reproduzco para su divulgación y conocimiento tras una introducción biográfica de Juanelo de Turriano.
Giovanni Torriani nació en Cremona (Italia). Vino a España
reclamado por el rey Carlos I para ser Relojero de Corte en 1529. Felipe II le
nombró Matemático Mayor. Juan de Herrera le encargó el diseño de las campanas
del Monasterio del Escorial.
Trabajó y vivió en Toledo desde 1534. Murió en la ciudad imperial en 1585
en la indigencia.
Construyó el Hombre de palo, un autómata de madera. De sus muchos
inventos, el más conocido es el llamado artificio de Juanelo, una máquina
hidráulica para subir desde el río Tajo agua a Toledo.
Pasados los años y los siglos,
los cantos de Juanelo reanudan su protagonismo. Se trataba de cuatro fustes monolíticos de 11,5 metros de altura y 1,5 metros de diámetro, que por razones de su dimensión y peso, nadie se había atrevido a su transporte sin grave riesgo de fractura.
Dámaso Garoz Fernández, Sargento de la Guardia Civil jubilado
mandó una carta al Jefe del Estado, Francisco Franco con fecha 10 de abril de
1940 comunicándole la existencia de los postes de Juanelo y su Hija, tres en
Nambroca y dos cerca de Sonseca, lo que conoce por haber pertenecido al entonces
Segundo Tercio de la Guardia Civil, Comandancia de Toledo, recomendándoles para
el Valle de los Caídos.
El arquitecto Pedro Muguruza se desplazó a Sonseca
personalmente para ver los postes. Aconsejó su traslado a Cuelgamuros
En el mes de septiembre de 1949, se trasladan los
cantos situados en el término de Nambroca. Al mes siguiente, octubre, el día 29
sale de la finca de Fuente Techada el cuarto canto o poste de Juanelo.
El organismo A.T.E. (Aeropuertos Transociánicos Españoles) que tenía entonces encomendada la construcción del Aeropuerto de Madrid-Baraja y que disponía de la maquinaria más avanzada en España, dirigido por don José Luis Servet, teniente coronel, (Nº 4 de la primera promoción de Ingenieros Aeronáuticos), aceptó el reto proyectándose una ingeniosa estructura metálica desmontable que fue trasladada por partew hasta el lugar en que yacían los "Juanelos" construyéndose una viga de cajón, desarmada.
Tras el armado de la viga abrazando perimetralmente el fuste en su interior, se procedió a la extracción del terreno subyacente para permitir el montaje del par de ejes de ocho ruedas procedente de un Avión Savoia-Marchetti sobre el que había de apoyarse el tren de rodadura trasero, del conjunto viga reticulada+monolito. El extremo delantero de la viga reticulada se engancharía y aprovecharía sobre la góndola de un remolcador Mach de ocho neumáticos por eje de un Avión Savoia-Marchetti.
A continuación se procedió a la suspensión vertical del monolito mediante un cable continuo ceñido helicoidalmente al fuste granítico, pasando por unas poleas orientables colgadas de los travesaños de la viga cajón, consiguiéndose así la igualdad de tensiones en todos los puntos de soporte del monolito, evitándose los pares flectores longitudinales que pudieran producir la fractura del fuste.
Una vez mantenida en vilo la carga, se procedió a la excavación total del terreno que había servido de asiento de cada uno de los bloques de granito, permitiendo la rodadura del conjunto, viga+monolito.
Para el traslado de los cuatro juanelos a lo largo de los 125 kilómetros que separan el origen de su destino final, (pasando por Madrid, única vía de acceso entonces), se acudió a un camón Reo, con frenos de aire comprimido para la posible retención en las cuestas abajo.
Llegados a su destino se procedió a la erección vertical sobre los basamentos desde los que montan guardia a ambos lados del viaducto de acceso.
Grupo de orgaceños en los Cantos de Juanelo a finales de los años 60. |
De este traslado existe testigo fotográfico en el reportaje que emitió Televisión Española que se puede observar en el repicado del NODO 353-B. de 36 segundos. En el transporte de los cuatro juanelos, se tardó mucho más.
Don Luis Marquina fue destinado a la Junta de Obras de Aeropuertos que dirigía el teniente coronel Servert, de ahí su relación con él responsable del traslado.
El texto es parte de una conferencia dada por don Luis en Madrid sobre: los Cantos de Juanelo hacia Cuelgamuros.
Imágenes del NODO