miércoles, 2 de noviembre de 2016

EN EL DÍA DE TODOS LOS DIFUNTOS, TAMBIÉN CONOCIDO COMO DE LOS FINADOS, 2 DE NOVIEMBRE

 SI TENÉIS LA OCASIÓN DE ENTRAR EN EL CEMENTERIO DE SONSECA, EN SUS PAREDES, ALGUNA MUY BIEN ADECENTADA ÚLTIMAMENTE, PODÉIS ENCONTRAR LAS COMPOSICIONES POÉTICAS POPULARES QUE ME ATREVO A REPRODUCIR.

En la 2ª mitad del siglo XIX, en las paredes del cementerio de Sonseca, el más allá  en verso.

  1889
   Adiós esposa querida,
adiós hijos de mi alma,
que me voy a la otra vida,
que Jesucristo me llama.
   Con Dios madre de mi alma
y mis queridos hermanos,
despidiéndome de todos
y de este mundo tan amargo.
          Ramón García Benito, 40 años.


Dos cipreses del camposanto de Sonseca en la zona más antigua escoltan la entrada.

   1891
   La bendición de mi esposo
y también de mis hijos,
que me voy al otro mundo
a gozar a Jesucristo.
   Hijos, quedaos con Dios,
que yo ya me estoy muriendo
y por quedar dos solteros
mi grande duelo me llevo.
            Justa Sánchez, 55 años.  



   Adiós madre y esposa,
de Dios me voy a gozar;
mi vida ya se concluye
por toda la eternidad.
   Cuantos sentimos tu muerte
con mucha pena y dolor;
a Dios todos pedimos
por su eterna salvación.
         ... Martín, 45 años



    1894
   Desde que yo vine al mundo,
que desgraciado nací;
arrastrando por el suelo
todo el tiempo que viví.
   Ya me llegó la muerte,
acabé de padecer
y en un triste desconsuelo
a mi familia dejé.
        Antonio Rielves y Galán, 22 años.


Detrás del cementerio de Sonseca, el tanatorio como preámbulo.

 1895
  ¡Buena esposa! ¡Madre tierna!
¡Qué muerte tan prematura!
En eterna desventura,
hoy a tu familia dejas.
   ¡Adiós!, pues, ¡madre querida!
¡Qué triste y en larga fecha!
bajo un carruaje deshecha
fue en un momento su vida.
          María Peces del Duero  
 Murió atropellada por un carruaje el 19 de octubre 



SIN FECHA
  
   Artista fiel y aplicado
en la industria lanera ha sido,
modelo de virtud sin otro,
conocidos y amigos le han sentido
en la Escuela Normal fue admirado
de profesores y alumnos su trato.
                  Eladio García de Blas 


Sin palabras.

   Aquí el amor paternal
lamenta un hijo querido,
más no lloréis padres queridos
pues Dios a mí me ha ceñido
con la corona inmortal.
              Amalia Carraco, 6 años.


Abundan las flores naturales y artificiales en las fechas cercanas al día de los DIFUNTOS.

     EPÍLOGO
   Si a contemplar os ponéis
lo que pasáis por aquí;
os suplico recordéis,
lo que que yo en mi infancia fui.
   Según los años pasaban,
tal crecían mis tormentos
pasando noches y días
entre ayes y lamentos.
   Cuando algo más crecido
la muerte me arrebató
de los brazos de mis padres
y al sepulcro me llevó.
   En donde a todos suplico,
que me encomienden a Dios;
así podré conseguir
el gozar de su mansión.

En una hornacina me encuentro a una Santa Teresa de Jesús.


  Fuentes escritas:
  PENSAMIENTOS DEL MÁS ALLÁ
  En la paredes del cementerio de Sonseca
  Idea recopilatoria de José Luis López Pérez y Salvador Peces Sánchez
  Abril del 2001