Con gran afluencia de familiares, amigos, paisanos..., que llenaba el patio de butacas del Echegaray, presentamos el libro, colofón de un proceso de aprendizaje de escritura biográfica durante varios meses a dos horas por semana.
Hemos trabajado especialmente el relato como forma de expresión más adaptada a nuestras pretensiones. De la selección personal de algunos de ellos de cada uno de nosotros ha surgido BROTES DE MADUREZ.
María Charneco, nuestra profesora, condujo el acto haciendo una introducción con palabras de gratitud a todos los que han hecho posible este taller y dando la palabra a cada uno de los autores. Libremente, nos manifestamos sobre el libro desde nuestro personal punto de vista.
Al final, firmamos el libro a todos los que lo desearon mientras se servía un vino en la entrada del teatro.
Para invitar a su lectura, me permito el lujo de seleccionar unas frases de cada uno de los autores, de su presentación y sus relatos, para que intuyan ustedes por donde va cada uno de ellos.
Comienzo
por, MARÍA, nuestra profesora y
prologuista.
“Aprender siempre ha sido un reto, aprender a partir
de los sesenta, y no digamos de los ochenta, una aventura digna de la Odisea”.
JUAN CARLOS, tras una vida de esfuerzos
y trabajo, pero también de progreso, se jubila con el deseo de narrar su
biografía; razón por la cual se inscribe en el taller de escritura biográfica.
“El día en
que mi infancia cambió yo estaba
jugando al fútbol en la plaza de la Virgen”. Prosigue en su relato de vida.
“Julián
desenganchó la mula del carro y la guardó en la cuadra, mientras Alejandra,
Sagrario y yo descargábamos los envases
vacíos y los depositábamos en unas cajas para su limpieza”.
ÁNGEL nos confiesa: siempre he ido en
mi vida con la verdad y con la intención de no engañar a nadie. Atender a la gente es lo que he hecho durante
mi vida.
“Se apuntó
al taller de escritura biográfica y formó, junto a sus compañeros, un equipo
inolvidable con una profesora espectacular”.
Nos
escribe: “Según me contó mi madre, me quedaba dormido cuando me daba de mamar”
En el segundo: “El primer lunes de marzo, a las seis de la mañana, cogí la maleta y monté en el autobús de Auto-Res que iba a Madrid, salía a orilla de mi casa
MANUEL
versifica:
A mis
ochenta un año me convencí
que nunca se acaba de aprender,
que siempre puedes estudiar,
que siempre puedes querer,
y siempre puedes amar.
Del primer
relato:
“Pasaba la portada sin abrirla, solo por la puerta
pequeña, sin bajarse de la bicicleta, saltando el grueso travesaño”
Del segundo:
“La madre le
coge la barbilla al niño, le alza la cabeza y hace que sus ojos pardos miren de frente a los suyos, escondidos entre
arrugas de las patas de gallo”
A JUAN
FRANCISCO “Le encanta escribir y compartir sus emociones reflejadas en el
papel”
De sus tres
relatos cortos:
“Hoy viene el camión del petróleo y toda la familia, menos mi hermano Angelito que tiene dos
años, tenemos que ayudar”
“Cuál fue mi
sorpresa cuando, aunque su dirección normal sería la autovía de los Viñedos, me
comentó que no le importaba ir a Sonseca, necesitaba contarme un problema que le atormentaba”
Y, uno de mili:
“Setiembre de 1975, Centro de Instrucción de Reclutamiento, Colmenar Viejo.
Militares por doquier, sargentos, capitales, cabos brigadas, comandantes,
soldados rasos y sobre todo reclutas”
CLAUDINA se inscribe en
el taller de escritura para trabajar una antigua pasión que, como el miedo, vive oculta.
De sus dos
escritos, entresaco:
“Al llegar al segundo descansillo del campanario, en
una zona más amplia, nos encontramos al sacristán”
Y…, “Como todas las tardes de los sábados, desde
hace muchos años, Soledad se dispone
a arreglarse en aquella habitación de los años setenta, de cuando aún era una
niña”.
“La librera entabló conversación con él, dándole
noticias de un taller de escritura biográfica” Escribe JESÚS.
Y aquí
le acogimos, en Sonseca.
Una sencilla
muestra de su estilo:
“El lince
maulló en la lejanía; lo más cercanos a mí, esquivos, habían detectado al
intruso en su tierra y han preferido callar”
SALVA escribe porque su curiosidad
innata le ha llevado a buscar, reconocer y contemplar la esencia de la vida con
ánimo de compartirla.
DE UN
GRILLO PARA DOS
“Los grillos, cada uno en su patio, amenizaron las
noches del estío a la vecindad coreando en dueto
a distancia su cricri singular y rítmico, anuncio de buena suerte”.
DE UN RETRATO CON ALMA
“Obedientes, nos pusimos a la sombra de mediados de septiembre uno al
lado del otro con la mirada fija en
el retratista. Llevaba la cámara en la mano y su funda en bandolera”.
DEL
EPÍLOGO DE JUAN FRANCISCO
“Las letras
que aquí reunimos constituyen sólo una parte del trabajo realizado este último
curso, pero una parte que se amplificará por el eco que puedan causar en quienes las leáis”
Este libro
puedes comenzar a leerlo por donde quieras.
Si por ejemplo,
quiere leer lo primero los relatos de Ángel, pues lo tiene fácil, te vas al
índice y descubres fácilmente las páginas de sus relatos.
Si abres al
azar el libro, alguno te encontrarás.
Si quieres
comenzar por el principio, pues, adelante.
Una vez
leído, seguro que a más de uno se le va a ocurrir:
-
¡Esto
lo hago yo!
Pues, esa es una de nuestras pretensiones, invitaros
a escribir, como nosotros hemos hecho.
No os voy a
enumerar las bondades, beneficios para la persona de la escritura y más si es
biográfica. Os ponéis a la obra y las descubrís por vosotros mismos. Sólo es
cuestión de echarle “ideíta” sosegada. Si
tienes a alguna persona cualificada que te vaya orientando, indicando el camino adecuado,
mejor.