Además de difundirse negro sobre blanco en los programas de Ferias y Fiestas, me permito incluirlo en le blog pensando en esos sonsecanos ausentes a los que no les llega y les contenta leer los versos premiados dedicados a Nuestra Patrona en estas fechas cercanas al 8 de septiembre.
Trilogía
a la Virgen de los Remedios
en
tercetos encadenados
Oración
a la Virgen
Cual si fueras la
madre que me esperas,
Virgen Santa,
paciente tú en la ermita,
caminando en
peregrino por esferas
de los mundos que
camino a mí me invita
a llegar a tu casa
donde mora
tu imagen que en
rodilla a mí me incita
a rezarte, Avemaría,
a ti señora,
pues todo lo que
tengo y yo poseo
es tanto valor el que
atesora
que de no ser por ti,
yo no lo creo
pudiera contener ese
tesoro
que al estar en ti yo
me recreo
por tener de tu
mirada tal decoro
de tus ojos que son
la luz del mundo
e iluminan el lugar
en donde moro.
Déjame que camine aún
vagabundo,
ansioso de mirarte y
de pedirte,
que todo lo que busco
es tan profundo
que se basa en
quererte y en decirte
que mi vida siempre
sienta tu calor,
cual si fuera el amor
y en ti sentirte,
Santa Madre, déjame
que en ti el amor
se renueve cada
instante de mi vida,
que no tendré un
deseo cual mayor
que tener tu mirada
tan sentida.
El
sonsecano y la Virgen
Escucha al sonsecano
de alabarda
que custodia tu
imagen venerada
y su emoción a él
siempre le embarga
sentimiento que se
funde con su hada
al sentir por sus
venas tal pasión
que no hay mayor
proeza consagrada.
Al Alférez cargado de
emoción
también dale oído a
su emisaria
que nunca habrá mayor
veneración
que bailando tu
bandera solidaria
unifica alegría el
sonsecano
haciéndose del acto
su plegaria.
A tus hijos que
llegan con su mano
abierta en oración y
ofrecimiento ,
mírales su entrega
tan humano
que te ofrecen
devoción y sentimiento,
los hijos de estas
tierras hortelanos,
que en besanas
dejaron su lamento,
ebanistas de formón
tan artesanos
que esculpieron tu
imagen cual si fuera
la mejor escultura de
sus manos,
pues la Virgen los
Remedios siempre era
la obra más preciada
que sentían,
por encima de ti, ya
nada hubiera.
Molineros del azúcar
bien querían
que llegaran tus
fiestas por septiembre
pues pasados esos
días emprendían
temporada en mazapán
cual gañán siembre.
El
ocho de septiembre y la Virgen
Aledañas las tierras
nos mostraban
rastrojeras, olivares
y la viña,
mas en feria las
cosechas se guardaban,
porque el ocho de
septiembre bien se apiña
en Sonseca con la
Virgen los Remedios
que en plegarias y
oraciones bien se aliña
estos campos, estas
gentes y sus medios
que acuden a su
Virgen a implorarle,
directos sin usar los
intermedios,
aquello que en su fe
les supo darles,
miradas emotivas y de
llantos,
cargadas de
esperanzas a raudales,
se forjaron sonsecano
cuales santos
en su misa,
ofrecimiento y procesiones
que la vida vivida en
estos tantos
lugares que al nacer
hacen pasiones
y con lágrima emotiva
son, si acaso,
las mayores alegrías
y emociones
que mirando a la
Virgen, cesa el paso,
de quien sabe valorar
tal cual regalo
el haber podido alzar
siempre su vaso
en el brindis de
amistad que bien lo avalo
y cual hombre y poeta
profetizo:
Sonseca, alta
alcurnia de buen halo,
lugar de creencias y
bautizo,
cristiana de oración
y siempre fuerte,
donde el hombre se
hace cual se hizo
en besanas, la madera
y convierte
la almendra en
mazapán como si fuera
contraseña de vida y
de su muerte.
Sonsecanos, dejadme
que yo os quiera.
Dedicado
a los sonsecanos,
a
sus costumbres y sus ancestros.
Luis
Gutiérrez Valentín