HACE 25 AÑOS
El edificio amenazaba con derrumbarse
Revista BISAGRA Febrero de 1988
Muchos vecinos de Sonseca, cuando han visto cómo se estaban quitando las primeras tejas de la "Academia de don Víctor", no han podido evitar una mueca de tristeza, aun siendo conscientes de la necesidad de derribar el edificio antes de que causara daños mayores a las personas que transitaban por el lugar.
Los recuerdos invaden ahora a muchos sonsecanos, que hace 20 o 30 años realizaban sus estudios de Bachillerato en la vieja Academia. Algunos no han olvidado todavía al cura Víctor, director-administrador del centro, hoy párroco en Las Ventas con Peña Aguilera, que supo hacer del alumnado una familia que, al margen de castigos y otros métodos de la época, hoy se mantiene unida por la amistad.
Tras desaparecer la Academia por las Enseñanzas Media, dio cobijo a la comprometida JOC (Juventud Obrera Católica); al criticado, pero valiente y libre Teleclub "Revuelo"; a la Unidad Sonsecana PRO-CASA DE LA CULTURA luchadora siempre. En ella, también se dieron clases de Graduado y francés, porque resistía a morir. Pero las paredes se desmoronaban y el silencio se hizo obligado en el maltrecho edificio.
Ya entonces, se hacían necesarios locales para la cultura, la enseñanza, el ocio, pero la Institución Martín Cabello, atada de pies y manos en torno al Patronato como responsable del local, a pesar de tener un rico patrimonio en tierra, carecía de posibilidades económicas. Don Víctor ya no estaba en Sonseca y el futuro se adivinaba muy negro. El famoso y complicado testamento del alma, en este tema don Manuel Martín Cabello, nunca facilitó demasiado las cosas y, aunque han existido acuerdos entre los componentes del patronato para solucionar temas acuciantes como el derribo actual, siempre, los mismos se han vuelto impuestos a la necesidad por unas rentas de las tierras ridículas e inamovibles. La situación económica del Patronato siempre ha estado bajo mínimos, quizás no dieran ni para pagar los impuestos menores, y jamás se ha podido ni estudiar proyectos ambiciosos en ese campo como, muchos presienten, deseo del fundador.
En todo caso la noticia de que una tierra, en la calle Ramón y Cajal, se va a acondicionar como parque es alentadora en el sentido de que algo positivo se mueve y trama en los miembros del Patronato para salir de este callejón en el que se encontraban metidos y no por voluntad propia.
GARIO
En febrero del 2013, la antigua Academia de don Víctor se utiliza como almacén de CÁRITAS Parroquial y garaje para vehículos de servicios municipales.