Nuestro antepasados dejaron en las paredes de nuestro cementerio composiciones poéticas populares para recordar a sus seres queridos que pasaron a mejor vida.
DÉCADA DE LOS AÑOS 70 DEL SIGLO XIX
1871
Ascendida allá en el cielo,
moras de Dios a la diestra;
convierte la pena nuestra
en grato y dulce consuelo.
Ya tus afanes prolijos
se acabaron, gozas calma;
este recuerdo del alma
hoy te dedican tus hijos.
Lorenza, 64 años.
1872
No lloréis padre queridos,
que yo me fui a gozar
de la gloria celestial
y en ella a mi Dios rogar
por todos en general.
Miguel Gallego, 7 meses
1873
Ya cansado de marchar
en el mundo adulador,
marché al cielo sin dolor
para en él a Dios gozar.
Gregorio Domínguez, 60 años
1874
Yo no pensaba en morir,
cuando de repente vino
la muerte, qué desatino,
ante Dios mi cuenta di.
Francisca Peces, 47 años
Descanse tu alma en paz
en el tiempo de la gloria,
que esta es la mejor victoria
que un alma puede alcanzar.
Vicente Peces - Barba, 54 años
1876
A los diecisiete años
su majestad me ha llamado,
tristes y desconsolados
mis padres se habrán quedado.
Paula Ventas
¡Templo de la verdad
es el que miras;
no desoigas la voz
del que te advierte,
que todo es ilusión
menos la muerte!
Marta García de Blas, 24 años
Detén el paso mortal
y contempla en tu memoria
que riqueza, honor y gloria
aquí vine a sepultar.
José López - Rosado, 44 años
En el dieciséis de agosto,
di mi cuenta al Creador,
dejando a mi triste esposa
en un profundo dolor.
A mis hijos y a mi esposa,
hermanos y a mis parientes,
que me encomienden a Dios
los encargo para siempre.
Eusebio Ruiz - Tapiador, 47 años
1978
No he podido discurrir
viendo mi gloria correr,
si fue a la postre el nacer
o si fue a la postre el nacer
o si al principio el morir;
porque queriendo inquirir
por dónde fue mi jornada,
hallo la senda borrada;
por donde vengo a sacar
que todo fue el gobernar
humo, sombra, polvo, nada.
Lino Martín, 66 años
1880
Al cielo tu alma voló
en una edad prematura,
sólo llanto y amargura
a tus padres les quedó.
Cuánto cariño llevaste
y cuánta ilusión perdida;
no olvides en la otra vida
el luto que nos dejaste.
María Cerdeño y Gil, 23 años
En abril del 2001, José Luis López Pérez y el que escribe, tuvimos la idea de publicar, casi de forma artesanal, la recopilación de estas rimas a nuestros difuntos con el título de PENSAMIENTOS DEL MÁS ALLA. La "edición" fue posible gracia a la ayuda inestimable de José Martín-Maestro, que además nos escribió el prólogo.