SONSECA
Jose Rosell Villasevil
Interesante artículo en el que el autor relaciona nuestro pueblo con Don Miguel de Cervantes.
Conozco a Sonseca desde hace más años que para mí fuesen de desear; allí he tenido, y tengo, buenos amigos. Desde el primer momento, como hasta ahora, siempre he sentido una gran admiración hacia esa villa toledana por su iniciativa, por su laboriosidad, por su sentido práctico del trabajo.
Vistas de las tierras de San Martín de la Montiña desde Peña el Aire |
En cuanto a la calidad de los productos, parece ser que de casta les viene hacerlo bien a los sonsecanos.
Calle Toledo de Madrid |
La respetable industria que actualmente funcionan en nuestro admirado pueblo, lo hace famoso internacionalmente para honra de Toledo y Castilla-La Mancha. Da un ejemplo vivo de lo que puede alcanzar una sociedad-sin andar mendigando- guiada por el entusiasmo de su iniciativa privada.
Me apetecía sobremanera unir a Sonseca con Cervantes, como fuere, pues bien sé que nunca lo mercantil embotó su cultural venero, soñadora como viene de siglos entre la Virgen Blanca de El Castañar y San Martín de la Montiña. Y como más suele hacer quien quiere que quien puede, rebuscando, vine a dar con un texto que Narciso Alonso Cortés incluye en su libro titulado "Casos cervantinos que tocan a Valladolid". Dice así: "A mediados del siglo XV vivía en Toledo cierto Diego Hernández de Espinosa. Era hombre hijodalgo, con casas en la parroquia de San Pablo y San Llorente, y al morir recibió sepultura en la iglesia de San Antolín... Este Diego Hernández de Espinosa, en su juventud, había sido escudero criado del rey don Enrique de gloriosa memoria. Tuvo Espinosa dos hijas, María y Catalina, y un hijo, de nombre Alonso de Salazar. Este Alonso fue escudero y hombre de armas; vivió también en Toledo, en la colación de San Llorente, cerca de la puerta de Hierro; prestó servicios al Conde de Fuensalida, alguacil mayor de Toledo, y un cargo de alguacil tuvo también; poseyó heredades en Sonseca...".
Facha sur de la capilla mayor de la Iglesia Parroquial de Sonseca |
Para ti, Sonseca, la primicia, pues resulta que Diego Hernández de Espinosa fue el tatarabuelo de doña Catalina de Palacios Salazar, la esposa del Príncipe de los Ingenios españoles. Alonso de Salazar, fue su bisabuelo.
Y a Miguel de Cervantes, por si no te conoció en vida, ahora, cuatro siglos en el más allá, le brindo esta alegría envuelta en los lazos entrañables de su bella esposa doña Catalina. La alegría de una Sonseca respetuosa, culta, activa y religiosa, viviendo entre la alegría de San Gregorio y la fe en la Virgen de los Remedios protegida por alabarderos y engalanada en el baile de la bandera.
El alférez, Fernando Sánchez, bailando bailando la bandera
el día de San Agustín en la plaza del Oteruelo.
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Para ti, Cervantes, desde la exquisita dulzura de una "marquesa" o la noble hidalguía de un mazapán sonsecano.
¿Qué heredades serían las que poseyó Alonso de Salazar en Sonseca?
¿Qué heredades serían las que poseyó Alonso de Salazar en Sonseca?