SONSECA, ÓRGANO DE INFORMACIÓN PARROQUIAL
Mayo de 1956 Año 1 Núm. 1
LOS AMERICANOS
No tratan de hacer bombas atómicas, ni de hidrógeno o cobalto. Ni mucho menos. Sino sencillamente de construir un Observatorio metereológico para poder suministrar datos sobre el estado de la atmósfera que puedan ser útiles para regular el tráfico aéreo. Así los sonsecanos quizá puedan saber mejor cuándo va a llover, cuándo habrá sequía, pedrisco, etc., para tomar a tiempo las medidas oportunas. Han comprado o comprarán el terreno para construir el Observatorio y viviendas para los militares americanos que lo sirvan y sus familias. Dicen que son buenas personas.
Octubre de 1956
Las obras actuales de los americanos ya están tocando a su fin. Dicen que ahora van a levantar unas elevadas torres metálicas por el campo y no sabemos cuántas cosas más; pero lo que sí hemos visto es la magnífica cocina eléctrica y la nevera que han instalado en la construcción del Observatorio.
YA- Toledo 20 de septiembre de 1990
LOS AMERICANOS SE MARCHAN DE SONSECA
El observatorio sísmico pasará al Instituto Geográfico Español
Carmen R. Carlavilla
REDACCIÓN
TOLEDO. Estados Unidos ha decidido clausurar las actividades del observatorio sísmico de Sonseca, durante el año fiscal de 1991, que comienza el 1 de octubre, según comunicó el agregado de prensa de la Embajada americana en Madrid a YA - Toledo.
Dichas instalaciones que llevan funcionando en Sonseca unos 30 años, pasarán a depender del Instituto Geográfico y concretamente a la subdirección de Astronomía y Geofísica. En el observatorio sísmico se encuentran trabajando en la actualidad unos 18 militares estadounidenses cuya misión es la de detectar explosiones nucleares y movimientos sísmicos producidos por causas naturales o artificiales. El jefe del servicio nacional de sismología, José Manuel Martínez Solares, indicó a YA - Toledo que " en base al convenio firmado entre el Gobierno español y americano en el año 1988, España es ya propietaria de las instalaciones del observatorio. No obstante, los aparatos existentes en la base los dejarán prestados para ser utilizados en delimitar la simicidad de la Península".
Cuando el observatorio pase definitivamente a manos del Instituto Geográfico español, sólo permanecerán en las instalaciones cinco personas de mantenimiento, ya que el tratamiento de datos se recogerá en Madrid a través de una línea telefónica con Sonseca, que ha sido instalada este verano, añadió Martínez Solares.
Solares y otras seis personas más de su departamento serán los encargados de la estación de Sonseca, y para ello se encuentran en la actualidad impartiendo cursos de técnica de cálculo y de distintos sistemas operativos, que les permitirán recoger los datos que transmita Sonseca a través del grupo de estaciones que tiene el observatorio.
Centro Sísmológico de Sonseca, paradógicamente situado en el término municipal de Orgaz
El observatorio sísmico de Sonseca posee una red de estaciones (ARRAY), con más de tres componentes, que permite obtener datos más precisos que la estación del observatorio geofísico de Toledo, "desde hace tres años trabajamos conjuntamente con ellos a nivel científico, nos intercambiamos datos pero no hemos realizado proyectos en común" declaró el jefe de sección del observatorio de Toledo, Eliseo Ruiz.
Al conocer la noticia de la marcha, el alcalde de la localidad, Román Rojas manifestó que "en un principio existió cierta presión psicológica en la población, pues los americanos tenían cerrada la base a cal y canto, pero en los últimos años ha existido más transparencia informativa".
REVISTA BISAGRA Octubre de 1990
BASES, NO
Los vecinos de Sonseca no han tenido apenas necesidad de gritar eso de "Bases, no". En realidad sólo se ha producido una movilización contra la instalación americana. Fue hace ahora cinco años, cuando se organizó una manifestación cuyo motivo principal era protestar por la ampliación de terrenos que querían llevar a cabo los americanos.
Juan Francisco Martín, en esos momentos Alcalde, recuerda que no tuvo éxito. "A la hora de la verdad nos fallaron los personas a las que más perjudicaba la ampliación, los agricultores cuyos terrenos iban a ser expropiados. Dieron marcha atrás, convencidos de que no se iba a conseguir nada. Yo luché todo lo que pude, incluso me ausentaba a propósito del Ayuntamiento, y del pueblo, cuando llegaba el momento de firmar las expropiaciones. Pero los agricultores llegaron a criticarme, a ponerme en mi contra, me quedé solo y decidí desistir. Eso sí retrasé el asunto seis meses. Al menos quería que los afectados recibieran indemnizaciones justas. No fue así, los terrenos fueron pagados a un precio muy bajo." Juan Francisco llegó a recibir la llamada del entonces gobernador civil Pedro Valdecantos para que desistiera en su actitud y permitiera la ampliación. Así que tuvo que hacerlo. Aquella manifestación fue aprovechada por algún grupo político, como el comunista, para protestar por la instalación de la base en sí. Aunque no se logró el objetivo principal, las voces de los manifestantes permitieron que por primera vez una representación del pueblo entrara en la base y viera todo lo que allí había.
Por lo demás hubo otro problema con el agua. "No querían pagar, hasta que les amenazamos con cortar el suministro", recuerda Juan Francisco, quien pese a todo reconoce que las relaciones siempre fueron buenas.