martes, 7 de abril de 2009

Fandangos


Con cinco versos, un fandango puede narrar un historia, expresar el pensamiento más sabio y ...

  Un mudo estaba cantando,
un ciego los estaba viendo,
el sordo estaba escuchando
y un cojo pasó corriendo
vendiendo peines "pa" calvos.

 Un mudo cantó una copla
y un sordico la escuchó,
un ciego que los miraba
asombrao se quedó
porque no se lo esperaba.

  No hay santo que nos yerre,

ni pecado sin perdón,
no hay soga que no se quiebre,
ni es el primer cazador,
que se le escapa la libre.

  Por la falda de una montaña,
vuela una paloma triste
en busca del bien que adora,
no hay mata que no registre,
y de sentimientos llora.

  Tu madre a mí no me quiere
porque no tengo carrera,
en mi casa tengo un galgo,
que lo corra cuando quiera,
que yo "pa" correr no valgo.

  Las mujeres de la sierra,
cuando van a dormir al niño,
no le dicen viene el coco,
le dan con un ladrillo
y se duermen poco a poco

  Cuando la muerte se inclina
de seguida a los mortales,
ya no sirven medicinas
ni tampoco los cordiales,
ni los caldos de gallina.


  Quisiera que me quisieras,
pero yo quererte no;
quisiera que te murieras
y que me muriera yo,
yo no se lo que quisiera.

  A la prenda que yo adoro,
se le ha antojado una estrella;
me estoy fabricando un globo
para subir por ella,
del firmamento la robo.

  En esta calle hay un charco,
agua sin haber llovido,
son las lágrimas de una fea,
que el novio no ha querido,
porque en la cama se mea.

  Con lágrimas voy regando
los caminos de la vida,
son tan grandes mis quebrantos,
que tengo la fe perdida;
el mundo me causa espanto.

  Por la raya de tu pelo
se paseaba un canario
y bajaba por tu frente
a beber agua a tus labios,
como si fuera una fuente.

  No abuses del infeliz
aunque el dinero te sobre.
Yo he visto a un rico vestir
con los deshechos de un pobre,
de puerta en puerta pedir.

  Dijiste que te esperara
y hasta las tres te esperé:
en vista que no venías,
hice cama y me acosté
porque el sueño me rendía.

  Estando en las prisiones,
yo poco me divertía
contando los eslabones
de la cadena que tenía
y siempre me daban nones.



Todo el mundo tiene una histori
de amor y de desengañ
pero el libro del quere
no lo ha escrito ningún sabio
que lo ha escrito una muje